Comentario
A las 2 horas del 6 de junio de 1944 se inició la Operación Overlord, que llevó ante las costas de Normandía a una poderosísima flota con grandes fuerzas de desembarco, protegidas por un paraguas aéreo que los alemanes fueron incapaces de eliminar. El resultado estaba anunciado: la débil muralla del Atlántico montada por Hitler se hundió. A la minuciosa organización de Overlord se dedica el primer artículo de este apartado, que también reconstruye el triunfo de la operación. Un triunfo que bien pudo ser mucho más costoso si Berlín hubiera creído los informes del espía Cicerón.
Pero Hitler, basándose en sus intuiciones, no reforzó el punto atacado, ni permitió el rápido despliegue alemán para poder contraatacar con éxito. De ahí que los aliados pudieran afirmarse en sus cabezas de playa y, tras un duro forcejeo inicial, avanzar decididamente hasta llegar a las fronteras alemanas, donde aún habría durísimas batallas, como las de Arnhem, Las Ardenas y Alsacia.