Comentario
Anexionados por la URSS en 1940, estos países fueron conducidos fácilmente a la guerra contra los soviéticos por los alemanes en 1941. Los alemanes, antiguos dominadores de los territorios bálticos, no gozaban de grandes simpatías entre la población. Cuando constataron que los alemanes no iban a devolverles la independencia, sino a incluirlas en un territorio del Reich -el Ostland- (20), y a establecer en sus países nuevamente a colonos alemanes, la hostilidad aumentó. Y no dejó de crecer cuando se inició la política antijudía y, sobre todo, cuando se decidió enrolar a los bálticos en el Ejército alemán o en los batallones de trabajo. Con todo, en Estonia tuvo éxito el plan de reclutamiento para las SS o las unidades de trabajo. En Letonia el éxito fue menor; y en Lituania muy escaso, con la consiguiente represión. Las derrotas alemanas en la URSS atemorizaron a los bálticos, y la leve agitación antialemana aumentó, pero nunca aparecerá algo que pueda denominarse resistencia, ni siquiera oposición, y serán los soviéticos quienes liberen a estos tres países, que luego serán integrados de nuevo en la URSS.