Comentario
La época de la historia griega en que la estructura predominante es la representada por la ciudad estado se caracteriza igualmente, en la época final de crisis situada en el siglo IV, por las luchas entre esas mismas ciudades. Como mecanismos defensivos en el mundo de las ciudades se crean sistemas federales, indicativos de las diferentes circunstancias que llevaron a la creación dentro de ellas de cierta situación de impotencia. Esto se debía a la presencia de las monarquías, sistemas que revelaban su creciente capacidad para controlar la situación social y política. Anteriormente, durante el período de las luchas entre las ciudades, la institución de la isopoliteia había servido de método defensivo contra ciudades más poderosas. Ahora, su funcionalidad se centra fundamentalmente en la defensa frente a las monarquías. El koinón existía antes del Helenismo, pero ahora recibe una nueva funcionalidad. Por otra parte, junto a la confederación existente en el mundo de las ciudades, creadoras de una koinón, también se habían reunido ya en época clásica las comunidades que sólo habían llegado a definirse dentro de un ethnos.
Desde la época clásica, los tesalios se han reunido en la Liga Tesalia, que ahora se convierte en el órgano de penetración macedónico en Grecia. Las circunstancias precisas que dominan en el mundo griego durante este período favorecen la propensión de las clases dominantes a crear organizaciones más amplias capaces de controlar el mundo de la piratería y de garantizar la seguridad para los medios de intercambio y para la explotación de los sectores marginales. Las ligas resultan de la solidaridad entre las clases dominantes de las ciudades tanto como de la necesidad de algunas de esas ciudades de resistir a los poderes exteriores, que vienen, en otros casos, a ofrecer medios de resistencia para consolidar el poder de las mismas clases dominantes. Las ligas resultan, por tanto un elemento heredado y nuevamente utilizado en la situación recientemente creada. En cada caso, la historia previa y la de su reutilización responden a condiciones específicas.
Como factor en el origen de la transformación del mundo clásico en el mundo helenístico, seguramente las ligas desempeñaron un importante papel. Así, después de haber servido de órgano integrador de los griegos bajo el poder macedónico, la Liga de Corinto había servido como elemento de identificación de las tradiciones griegas bajo Demetrio Poliorcetes, que le proporcionó las bases democráticas para identificarla con la ciudad de Atenas.
Más tarde, en el año 224, Antígono organizaría la Liga Helénica, como una especie de Liga de Ligas. Antes, Antígono I ha colaborado a la creación de ligas, en Jonia o en las Islas, como canales de influencia de su propio poder. La Liga, como organización de entidades superiores a la ciudad, viene a ser representativa del proceso de aumento del trabajo esclavo, creador de mayores diferencias dentro de las mismas clases libres, factor de ruptura de la ciudad, que, si no se ve superado por el proceso de creación de los grandes reinos helenísticos, lo hace por el sistema de la organización de la Liga. La mayor separación entre las clases, incluso dentro de las clases de los libres, favorecerá la proliferación de los mercenarios, de la emigración y de las revueltas, factores favorables a la definición de grandes espacios políticos, fortalecidos como método de controlar los elementos organizativos de las nuevas formas de estructuración.
Junto a las ligas de ciudades, importan de modo específico aquellas que tienen como base y fundamento las comunas de tipo cantonal como la Liga Etolia, que tiene como centro el templo de Apolo en Termo, donde se reúne la asamblea del pueblo en armas, como creadores de una sympoliteia, equivalente de la isopoliteia. Hay una asamblea y una boule, con los convocados de la comunidad, apokletoi, por lo menos desde 280, aunque se sabe que hay Liga por lo menos desde 367, según un documento epigráfico.
Antes de la intervención macedónica, las Ligas Arcadia y Beocia habían desempeñado un papel importante en el proceso de sustitución del protagonismo de la polis. Ahora, se suma la Liga Aquea, organización efectiva por lo menos desde 255, con una ekklesia, que aparentemente sólo resultaba eficaz para las alianzas y las declaraciones de guerra. Sin embargo, desde la época de Arato de Sición, había iniciado una política agresiva, actuando en favor de la liberación de Corinto y contra otros sistemas definidos como tiranías. El momento culminante de la Liga Aquea tuvo lugar en la época de Filopemen, en que la Liga estableció la convocatoria de reuniones rotatorias con el centro en Egión, con un ejército dirigido por un general y diez epidemiurgos. El sínodo aqueo era el equivalente a la reunión de una boulé, mientras que el sýnkletos vendría a equivaler a una asamblea de todos, donde se tomaban las decisiones por votación popular entre las masas de las poblaciones de más de treinta años. Cada ciudad, de todos modos, mantenía su independencia. En el año 217, la guerra social representó el enfrentamiento entre Macedonia y sus aliados, la Confederación Aquea y la Liga Etolia.