Comentario
La contribución más significativa de El Puente al arte del siglo XX es la renovación de la xilografía por el nuevo impulso que cobra con ellos. En el origen de esta práctica aparecen, una vez más, Gauguin y Munch. El primero por sus trabajos en madera espontáneos y faltos de prejuicios, reivindicando el sucio oficio vulgar, y el segundo por la calidad extraordinaria de sus grabados, que los hacía tan importantes como las pinturas, algo que sucederá también en los expresionistas.Parece que fue Emil Nolde quien despertó el interés del grupo y quien les enseñó en 1906 la técnica de grabado al aguafuerte que él practicaba. Convencido de la necesidad de crear un arte específicamente alemán, veía en el grabado una posibilidad olvidada. Desde entonces todos graban en metal: Kirchner, Heckel y Pechsteih utilizan tintas de colores para conseguir efectos de acuarela. Schmidt-Rottluff hace puntas secas y Pechstein, en 1908, hace aguafuertes y aguatintas.Pero su aportación fundamental fue la xilografía. Kirchner cuenta en la "Crónica" que su interés por el grabado se originó en Nuremberg, al ver en un museo las planchas de madera de Durero. Así enraíza su búsqueda de expresión con las raíces del arte alemán y también de la xilografía en Europa. Su búsqueda de primitivismo le conduce no sólo a Palaos o a Africa, también a Alemania.Sus inicios como grabadores están dentro de lo que era habitual en los primeros años de siglo, la estética Jugendstil, que llenaba las revistas "Ver Sacrum" y "Simplicissimus", con sus contrastes brillantes y exquisitos de negro y blanco y el predominio de la elegante línea curva. Sin embargo, ya hacia 1909-1910, llevados por su deseo de plasmar inmediatamente sus sensaciones, abandonan ese modo de hacer y buscan un efecto salvaje, bruto, inmediato y directo, usan la gubia y sacan partido -es decir, hacen evidente en el papel, lejos de ocultarla- de la textura de la madera, que no permite arrepentimientos; utilizan tintas de colores y hacen las tiradas a mano. El resultado es una sensación de torpeza, de rudeza y de primitivismo, alejada del buen gusto, contra el que luchaban.Reivindican la condición artesanal de la xilografía, hacen ellos mismos tiradas muy pequeñas -impresas a mano- y no tratan de ocultar las condiciones -las calidades también- que les impone la materia y el proceso de realización. De ahí la evidencia de las vetas de la madera o de esas manchas que dejan sobre las superficies blancas los pequeños salientes y que aprovechan con fines expresivos.La xilografía es para ellos el mejor modo de expresión. Por un lado, dice Kirchner, permite "dar una impronta firme y definitiva a la forma excepcionalmente libre de dibujo"; por otro, las manipulaciones técnicas que lleva consigo el proceso gráfico "liberan en el artista energías que no puede destacar en el trabajo mucho más fácil del dibujo y la pintura". La libertad del dibujo, junto al esfuerzo y la inmediatez -la condición artesanal- del oficio manual, todo ello le da a la xilografía fuerza y vitalidad, una expresividad, de las que carecía hasta entonces, la magia y la pureza del gesto primitivo.La práctica de la xilografía no sólo dio lugar a algunos de los mayores logros plásticos de El Puente, además influyó decisivamente en su forma de pintar: las superficies yuxtapuestas con pocos colores en contraste, las formas angulosas, sumarias, la simplificación del estilo de todos ellos proviene de la técnica y los resultados de la xilografía, del brillo de blancos y negros, sin medias tintas.Kirchner fue el que más practicó el grabado y la xilografía -hizo cerca de mil-, desde 1900. En las primeras hay todavía restos de la línea curva del modernismo, pero pronto, bajo la influencia del arte primitivo, de Munch, Gauguin, Van Gogh y de los grabados alemanes, pasó a una fuerte angulosidad y a un contraste de planos muy acentuado. Nolde era esencialmente un pintor y como tal se enfrenta al grabado, buscando efectos pictóricos, tanto en la xilografía como en los aguafuertes o las litografías en color. Heckel hace grabados en color, de paisajes y desnudos, experimenta con diversas técnicas y materiales en los aguafuertes. Schmidt-Rottluff, con un dibujo sencillo de líneas rectas y formas muy simples, contrasta grandes superfcies de blanco y negro; en sus desnudos, de un dibujo somero y rico en manchas, sombrea con trazos paralelos, y consigue las imágenes más primitivas de todas, las de mayor fuerza. Más amable que los demás, Max Pechstein talla directamente el bloque de madera con el cincel, como si dibujara sobre un papel: "Se puede decir -escribía - que el golpe de mano artesanal varía mucho mientras se hace un grabado en madera: cada muesca arrancada del bloque traiciona el grado de excitación o la calma en la cual en ese momento preciso el artista hacía su trabajo". Otto Müller, más poético y menos salvaje que los demás, hace litografías en las que aparecen hombres y mujeres en armonía con la naturaleza, como en sus pinturas.La xilografía era su principal medio de difusión y su fuente de ingresos. Con este medio hacían el almanaque anual, catálogos de exposiciones, invitaciones, carnets de miembros pasivos, relaciones de actividades, carteles e incluso libros. Esto supone una apertura del lenguaje vanguardista a un público amplio, con la reducción de los precios de la obra de arte y la posibilidad de adquisición y conocimiento por parte de ese público. El Puente intenta llevar a cabo el viejo deseo de la vanguardia de acercar el arte y la vida.