Época: XX7
Inicio: Año 1910
Fin: Año 1915

Siguientes:
Expresionismo. A falta de mejor nombre
Die Brüke (El Puente)
Ellos y sus héroes
Desnudos de un cuarto de hora
Bañándose en Moritzburg
El Puente, en Dresde
La xilografía. Vanguardistas, pero germanos
La escultura. Del arañazo al hachazo
El papel de Nolde. Tempestades de color
Del campo a la ciudad
Walden y Der Sturm
Pintores de la calle. Kirchner y Meidner

(C) Virginia Tovar Martín



Comentario

Cuando los impresionistas volvieron de bailar en la Galette y desayunar en la hierba, disfrutando la joie de vivre, pero también de mirar, algunos artistas empezaron a ver el otro lado de la realidad, Die Andere Seite. El impresionismo se quedaba en la piel de las cosas y los expresionistas, no conformes con ese acercamiento superficial, buscaron pasar al lienzo, a la madera o al papel sus vivencias personales, sus sensaciones, sus sentimientos e incluso aquello que no podían controlar conscientemente. De ahí también la fortuna del término expresionismo, justamente por oposición a los impresionistas.Los expresionistas se implicaron, primero de manera individual y después de manera social, en las realidades que les tocó vivir. Esas realidades no eran agradables y ellos se negaron a verlas como tales. Rechazaron todo lo que oliera a Belleza, a Armonía, a Ideal, para centrarse en lo que veían: pasión, sufrimiento, injusticia, violencia. Rechazaron la composición, la perspectiva y el colorido tradicionales, para buscar una expresión personal, que se materializó en colores discordantes y formas distorsionadas.Como ha señalado Gombrich, es imposible hablar de expresionismo sin hablar de caricatura. Históricamente, las deformaciones expresivas de las figuras estaban admitidas, sin que nadie protestara, y más desde la avalancha de grabados y litografías con caricaturas políticas en la prensa periódica del siglo XIX. Lo que no se había dado hasta entonces era el paso siguiente, que dieron los expresionistas: utilizar esa deformación expresiva no sólo para las ilustraciones -un arte menor -, sino para el gran arte, la Pintura, y para expresar con ellas angustia, temor o pasión. Eso parecía intolerable, que la fealdad campara por sus fueros y que se acentuara, en lugar de disimularla, como se había hecho tradicionalmente hasta entonces.No se trata de un estilo artístico, como el cubismo, ni de una escuela, sino de una postura ante la creación artística en todas sus manifestaciones -literatura, música, pintura, cine...- y en muchos casos también ante la vida: los pintores de El Puente rechazaron desde el primer momento instalarse a trabajar en los barrios burgueses de la ciudad de Dresde -los que les correspondían por nacimiento y educación - y eligieron los proletarios, entre vías de tren y fábricas. Tampoco el expresionismo tiene un jefe de fila, ni un manifiesto común, ni un solo foco; surge en diferentes ciudades de Alemania, se extiende a otros países y pasa por diversos momentos que, en ocasiones, tienen muy poco que ver unos con otros.