Época: XX8
Inicio: Año 1915
Fin: Año 1925

Antecedente:
El Jinete Azul

(C) Virginia Tovar Martín



Comentario

No tuvo más suerte que Marc, Áugust Macke (1887-1914), muerto nada más empezar la guerra, en septiembre del catorce, apenas un mes después de enrolarse. Amigo de Marc desde 1910, cuando vio sus litografías en Munich, tiene relación con la NKV pero no llega a adherirse del todo; colabora en la segunda exposición de El Jinete Azul y en El Almanaque, escribiendo un texto sobre Las máscaras, pero no comparte las ideas espiritualistas de Kandinsky, la manía de lo espiritual. Viajó con Marc a París en 1912, donde conoció a Delaunay, lo que supuso un paso decisivo en su pintura, y con Klee y Moilliet al norte de Africa en 1914, donde pintó cerca de cuarenta acuarelas que están entre lo mejor de su obra.De orígenes muy distintos, Macke tenía una formación de pintor y había sido decorador de teatro en Düsseldorf. Quizá él es el caso más claro de suma de influencias de otros movimientos: desde el impresionismo en su vertiente más urbana -Manet, Degas, Renoir-, el Cézanne de los primeros cuadros, pasando por los fauves - Matisse, sobre todo -, hasta el futurismo y el cubismo de Delaunay, en una carrera artística que no alcanzó los seis años. En sus obras, inspiradas por temas banales cotidianos, como los del impresionismo y el postimpresionismo -mujeres elegantes en la calle, paseando, vistas de espaldas o de perfil, mirando escaparates, ambientes urbanos, vistas de calles...-, se respira el mismo aire lírico y sereno que en las de Marc; son los mismos colores los que utiliza, como él, de forma armoniosa y simbólica; pero lo que en su amigo era mística aquí es poesía, tranquilidad, alegría. A diferencia de Kandinsky, y también de Marc, Macke une a la modernidad de recursos plásticos la modernidad de los temas.Estrechamente unido a la familia Worringer, desde 1911, formó parte del Gereonsklub, que animaba la hermana del escritor y en 1912 leyó "Abstracción y naturaleza". El libro había aparecido en 1908 y es, junto con el de Kandinsky de 1912, uno de los textos fundamentales para los expresionistas y para el camino a la abstracción. Worringer critica la figuración y reivindica todo el arte no clásico, como el primitivo o el gótico; para él el arte es una expresión del ser humano y la experiencia estética es un modo de salir de los estrechos límites del yo. Su lectura animó a Macke a realizar una serie de obras abstractas en 1913 (Jardín junto al lago de Thuner, Bonn, Stádtisches Kunstmuseum), en las cuales, teniendo muy presente la lección de Delaunay, descompone la luz en planos geométricos coloreados y da lugar a una construcción armónica.En 1912 pintó con Marc una decoración, El Paraíso, recurriendo al tema del desnudo para expresar la unión del hombre con la naturaleza -un tema muy de El Puente-, pero utilizando un vocabulario de filiación cubista distinto al que utilizaban los artistas de Dresde.