Época: Hispania republicana
Inicio: Año 237 A. C.
Fin: Año 30 D.C.

Antecedente:
La administración de los territorios conquistados



Comentario

Los estudios de arqueología espacial han demostrado que muchas zonas de la Península sufrieron profundas modificaciones en su poblamiento. En el área catalana, se advierten abandonos de poblados prerromanos del interior ya a comienzos del siglo II a.C:, hechos que pueden ligarse a las campañas de Catón y seguidores, pero también al cambio de las condiciones políticas y económicas. Así, abandono o destrucción de poblados se constatan en Turó del Vent, Castell Ruf y Gros de Céllecas. A su vez, desde fines del siglo II a.C., comienzan a aparecer núcleos rurales de tipo romano en las zonas de llanuras costeras. Y la consolidación de algunos centros urbanos como Boetulo (Badalona) va a contribuir a un segundo momento de abandono de otros asentamientos de tradición indígena.
Análogo fenómeno se documenta en el área levantina donde, además de consolidarse la posición de Dertosa y Saguntum como ciudades, se encuentran los primeros establecimientos rurales que imitan el modelo de las cillas romanas (La Closa), lo que contribuye al debilitamiento del poblado tradicional en altura. También en las Baleares hay constancia de la aparición de nuevos núcleos de poblamiento rural. Hay zonas, en cambio, como el Alto Guadalquivir, que no conocerán el poblamiento rural de tipo romano hasta fines de la República/comienzos del Imperio, momento en que empiezan a verse los resultados de la colonización y municipalización de César/Augusto. Y toda fundación colonial fue acompañada de una total reorganización del poblamiento del territorio.