Comentario
Estas veintiséis taifas más notorias, como otras con menos entidad no citadas, acabaron de tres maneras:1. por conquista de otra taifa (Algeciras, Arcos, Carmona, Córdoba, Denia, Huelva, Málaga, Mértola, Morón, Murcia, Niebla, Ronda, Santa María del Algarve, Silves, Tortosa); 2. por conquista cristiana (Toledo, Valencia); 3. por conquista de los almorávides (Albarracín, Almería, Alpuente, Badajoz, Baleares, Granada, Molina, Sevilla y Zaragoza, además de Valencia, al cabo). Todo este proceso -fragmentación política, enfrentamiento taifal, avance cristiano y su presión económica, y al final reorganización política por el centralismo de un Imperio exterior, el almorávide- ocasionó unas variaciones irreversibles en el equilibrio peninsular entre el Islam y la Cristiandad. El siglo XI fue así, como señaló Ramón Menéndez Pidal, "la centuria del gran viraje". Al-Andalus, políticamente, no se recuperaría del todo a lo largo de los cuatro siglos que aún le quedaban de existencia.