Época: Austrias Menores
Inicio: Año 1600
Fin: Año 1700




Comentario

Nada más iniciarse el siglo XVII, Felipe III decidió el traslado de la corte a Valladolid. Sin embargo, en el año 1606, Madrid pasó a ser definitivamente la sede de la corte.
El Madrid del siglo XVII está caracterizado por ser una ciudad sede de la corte real. Fue Felipe II el que trasladó definitivamente la corte a esta ciudad y en los reinados sucesivos se fue consolidando una administración y burocracia propia de una urbe regia. El Madrid del siglo XVII veía como su población crecía rápidamente, ya que de muchas zonas como Castilla las familias nobles emigraban, en parte huyendo de la pésima economía que dominaba en esta época y en parte para asentarse cerca de donde pudieran tener influencias en la corte. El Alcázar estaba en plena remodelación pero seguía siendo una sede fría y triste para la moda del barroco. Así, el Conde Duque de Olivares, conociendo los gustos de Felipe IV, se encargó de construir una residencia de recreo digna de su señor y envidiable por todos (al menos en decoración interior), el Palacio del Buen Retiro. En estos momentos la administración en torno a la corte había crecido tanto que ésta era autosuficiente, pero los gastos se habían disparado y esto llevó a que Felipe IV pusiera en práctica un plan de recorte de los gastos burocráticos, dado que la situación económica del reino en esos momentos no era nada buena. Como podemos ver, el siglo XVII fue fundamental para esta ciudad, cambió su estatus de tal forma que le arrebató a Sevilla su protagonismo; de hecho según crecía Madrid, Sevilla disminuía en lo que había sido hasta ese momento una creciente población. Fundamental fue el hecho de que la corte atrajo hacía sí a muchos artistas, nobles, literatos etc., que veían en esta urbe su futuro profesional. Es el caso de Velázquez. De este modo Madrid llegó a suplantar el mecenazgo artístico de Sevilla.

En 1616 se comenzaron las obras de construcción de la Plaza Mayor y, dos años después, Felipe III adquirió y amplió con jardines y fuentes los terrenos que actualmente conforman el parque de El Retiro. En 1625, Madrid ya contaba con más de cien mil habitantes, lo que obligó a construir la cuarta muralla o cerca que rodeó la capital hasta 1868 y que pasaba por la actual calle Princesa, antiguos bulevares hasta Colón, Paseo del Prado, calle Segovia, Ronda de Toledo y, por el norte, abarcaba hasta Fuencarral. El crecimiento urbano posterior se realizó a expensas de los espacios libres que quedaron dentro de la cerca, construyéndose edificios de mayor altura.

También bajo reinado de Felipe III se construyeron edificios religiosos, como el convento de la Encarnación, y se comenzaron a celebrar las fiestas del patrón de la ciudad, San Isidro.