Época:
Inicio: Año 14
Fin: Año 68

Antecedente:
Alto Imperio (II): los Julio-Claudios



Comentario

La sociedad del primer siglo del imperio siguió dividida, como en épocas anteriores, según variados estatutos jurídicos personales: ciudadanos romanos, ciudadanos latinos, peregrinos, libertos y esclavos; un caso particular lo formaba la población libre de Alejandría. Y en una sociedad tan estamentada, ni siquiera todos los ciudadanos romanos eran iguales ante la ley, además de no serlo por las condiciones económicas de cada cual: ante los mismos delitos, las penas eran distintas para los libres y para los esclavos, pero también lo eran para los componentes de los órdenes en relación con el resto de los ciudadanos. Y ello es válido para todo el imperio.
Ahora bien, durante los Julio-Claudios, esa misma división social estatutaria presentó modificaciones sustanciales. Bastantes provinciales accedieron al Senado. También los miembros del orden ecuestre y, en mayor número, del orden decurional se encuentran en las ciudades romanizadas de provincias. Si la entrada masiva a los altos rangos de los órdenes y, por lo mismo, a las responsabilidades en el gobierno central de esos provinciales es aún baja en relación con los procedentes de Italia, sin embargo se están poniendo las bases para que su presencia sea muy numerosa a partir de los Flavios.

Los grupos sociales dependientes consiguen ahora una mejora sustancial de sus condiciones. Las revueltas de esclavos de la época de la crisis de la República, así como la menor adquisición de esclavos en las guerras o en los mercados, fueron dos factores básicos que contribuyeron a una progresiva modificación del sistema esclavista. A pesar de los conatos de Augusto por limitar las manumisiones indiscriminadas, los dueños de los esclavos comprendieron que podían obtener mayores beneficios si ampliaban el uso de estímulos: así, la esperanza de conseguir la manumisión mientras el esclavo era aún joven. Y son miles los documentos que nos presentan a libertos con edades entre 20-30 años; el patrono podía seguir obteniendo beneficios de ellos. A su vez, el desarrollo económico de las oligarquías provinciales era con frecuencia el resultado de la extensión geográfica del sistema esclavista.

Creemos que es más preciso calificar esta nueva situación como de modificación más que de crisis del sistema esclavista. Hay algunos exponentes palpables de esta nueva realidad social: los libertos imperiales que ocuparon los más altos cargos de la administración bajo el gobierno de Claudio y en gran parte también bajo Nerón; el segundo testimonio con valor de exponente está representado por Trimalción, el liberto sobresaliente del "Satiricón", obra atribuida a Petronio y escrita bajo el gobierno de Nerón. A pesar de las indudables exageraciones de la obra, la crítica moderna ha visto bien que, con ellas, se está atacando con dureza a otros muchos libertos enriquecidos. Las posibilidades ofrecidas por el artesanado, el comercio y los préstamos usurarios fueron bien aprovechadas por muchos libertos cultos y dinámicos. Pronto empezarán a ser numerosos los libertos augustales, presentes en ciudades portuarias o en cualquier otra que reuniera un importante volumen de transacciones comerciales.