Época: Arte Español Medieval
Inicio: Año 1150
Fin: Año 1250

Antecedente:
Características del monasterio cisterciense femenino
Siguientes:
Panda Este
La panda del refectorio
La panda de conversas

(C) María del Carmen Muñoz Párraga



Comentario

El claustro es el lugar por donde las religiosas circulaban para ir a las diversas dependencias y, en las horas libres, por él paseaban, leían o meditaban.
Como ya hemos visto, las dos primeras pandas que se construyen son la del capítulo y la adyacente a la iglesia. A veces, pasaban bastantes años hasta que se concluían las dos restantes. Provisionalmente, en los muros hacia el jardín y en la cubierta de las pandas se utilizaba la madera, para después ser sustituida por piedra, aunque en algunos casos esa primitiva cubierta leñosa fue la definitiva -Gradefes, San Andrés del Arroyo-; otros claustros, como el de San Fernando de Las Huelgas, se cubren con bóveda de medio cañón de tradición arcaizante; en otros, se pierde el primitivo al construirse uno nuevo, en época moderna, como en Cañas.

En la distribución de los claustros femeninos no se aprecian grandes diferencias con los de los monjes, a excepción de la panda del capítulo. No hay dormitorio alto, no hay restos de escaleras que indiquen su posible existencia, así como tampoco queda constancia de la sala de monjas. El dormitorio, en origen, pudo estar desplazado sobre la sala de monjas, quedando así libre la parte alta del capítulo. Esta disposición permite que las salas capitulares de los monasterios femeninos, en España, alcancen una gran altura, superior a la de los capítulos de hombres, como las de Las Huelgas, Cañas y San Andrés del Arroyo.