Época: Mesopotamia
Inicio: Año 1800 A. C.
Fin: Año 500 D.C.

Antecedente:
Los reyes de Babilonia

(C) Alvaro Cruz García



Comentario

Babilonia contó con un ejército permanente (kisrum) poco profesionalizado, cuyo número de efectivos debió variar en el tiempo y según las circunstancias. En algunos casos, y dado el tradicional ambiente bélico de Mesopotamia, se podía recurrir a reclutar mercenarios o a establecer alianzas con otros pueblos, para aumentar así el poder militar.
Nominalmente el jefe del ejército era el rey, aunque de hecho la dirección de las tropas recaía en generales y otros mandos. Estos rangos recibían una generosa compensación por su actividad, un pago llamado ilkum o "servicio del rey".

La concepción bélica evolucionó a lo largo del tiempo. En época paleobabilónica los combates eran a pie y en ellos sólo intervenía la infantería, equipada con arcos o armas de asta. En el siglo XV a.C. se produjo una auténtica revolución cuando apareció el carro de combate tirado por caballos. Estos carros, con dos ruedas de al menos seis radios, otorgaron gran movilidad a los ejércitos y obligaron a cambiar el concepto de guerra tradicional. Desde el siglo IX a.C. se sabe de la existencia del cuerpo de caballería, en el que expertos jinetes sobre veloces caballos actúan como fuerza de choque gracias a su alta movilidad y rapidez.

Importantes eran también otros cuerpos especialistas, como el de intendencia, encargado de suministrar lo necesario a la tropa, o los zapadores, quienes construyen caminos y puentes para el paso de los ejércitos. Se puede afirmar que el paso del tiempo hace evolucionar a la guerra de manera conceptual, más que material, pues las armas no sufren grandes variaciones. Mazas, puñales, arcos, espadas, lanzas, cascos, escudos o corazas, entre otras, se usan a lo largo de todo el periodo imperial.