Época: China
Inicio: Año 220 A. C.
Fin: Año 1800




Comentario

El Taoísmo -Daoísmo- es una de las corrientes filosóficas más importantes generadas en China antes del nacimiento de Cristo, junto al Confucionismo y al Legalismo, pero contando con la característica de la popularidad. El origen y la doctrina del Taoísmo están en el libro de Lao Zi, en "Tao Te King" -Dao De Jing-. Durante el difícil período de los Reinos Combatientes, muchas escuelas filosóficas propusieron soluciones para resolver las continuas guerras y conflictos entablados entre los reinos.
La solución propuesta por los taoístas consistía en lograr la armonía con la Naturaleza, despojándose de ambiciones y regresando a un sencillo pasado utópico e imaginario. Desarrollaron sus ideas en la búsqueda de la inmortalidad y de la longevidad para sus seguidores. Del mismo modo, en la búsqueda de islas benditas -la Isla Bienaventurada, en cuya existencia creyeron-, así como de los elixires y pócimas dotados de propiedades maravillosas.

Según los taoístas, sus seguidores podían llegar a alcanzar la invisibilidad y el don de la levitación, entre otras cualidades. La rama religiosa del Taoísmo produciría las míticas figuras de los Ocho Inmortales, con sus emblemas identificables y propios -como la flor de loto, la flauta, etcétera-, así como sus atributos específicos -como la longevidad, la felicidad, etcétera.- e igualmente representaban la divinidad patronal de oficios como el de los actores, los músicos, los barberos, los vendedores de flores, etcétera. Las imágenes representativas de los Ocho se pueden encontrar en los templos taoístas, en los que son venerados como símbolos de buena suerte, perdurando como motivos en la decoración contemporánea.

El Taoísmo estuvo influido por el Budismo, especialmente en las formas rituales, como la quema de incienso o la construcción de monasterios. Sin embargo, consideró al Budismo como oponente rival, y en muchas ocasiones se celebraron debates entre confucionistas, taoístas y budistas en presencia del emperador o el gobernante. A pesar de que los taoístas ganaran estos debates, la carencia de una teología sistematizada se convirtió en una clara desventaja para ellos.

De Lao Zí, autor de "Tao Te King", tradicionalmente se cree que nació alrededor del año 604 a.C. Según la leyenda, su madre había admirado a una estrella, y después de permanecer más de sesenta años en su vientre, nació con el cabello blanco como si fuera un viejo. Tomó el nombre de Li, que significa ciruelo, como apellido. Años más tarde trabajó como funcionario en Luoyang, la capital de la dinastía Zhou.

A la edad de ciento sesenta años, abandonó Luoyang decepcionado ante el derrumbamiento de la dinastía. Motivado por ello, viajó hacía el oeste, a Asia Central, perdiéndose el rastro de este filósofo viajero místico. Sin embargo, han existido las dudas sobre la existencia real de Lao Zi en los eruditos o los filósofos de épocas posteriores, y algunas de las teorías sobre la vida del autor del "Tao Te King", tan diversas como la creencia en su origen y su doctrina, nacieron en la India o fuera de China, debido al hecho de que su doctrina fuese tan diferente a otras que se desarrollaron en la misma época.

El concepto de Tao, el camino, el vacío, lo absoluto, etc., define la doctrina de Lao Zi, teniendo múltiples explicaciones, pero ninguna definición concreta. La interpretación más usual es que se trata del camino o la forma de vida misma, que se descubre instintivamente y no a través de la aplicación de la inteligencia. Tao es revelado en la vivencia, en la visión del Tao en cada momento único de la vida. Por ello el Taoísmo no tiene dogmas ni doctrinas sistematizadas como ocurre con el Confucionismo. Lao Zi explicó el Tao, el camino, en su "Tao Te King", así:

"El Tao -Dao-, que puede ser expresado, no es el Tao perpetuo. El nombre, que puede ser nombrado, no es nombre perpetuo. Sin nombre, es Principio del Cielo y de la Tierra, y con nombre, la Madre de los diez mil seres...

Se le llama invisible porque no se le puede ver; imperceptible porque no se le puede oír; impalpable porque no se le puede atrapar. Estos tres son ininvestigables, por eso se confunden en uno solo: Tao".

Asimismo, según la doctrina del Taoísmo, la vida mundana, las ambiciones políticas o de riqueza, en resumen, todas las cualidades y cosas que el hombre persigue a lo largo de su vida, se quedan en un vacío que no necesariamente será valido. Respecto a la ciencia y al estudio que Confucio fomentaba, dijo Lao Zi lo siguiente:

"Los buenos letrados de la antigüedad eran sutiles, abstrusos, profundos e ininteligibles. Para expresar sus ideas les era preciso usar comparaciones...

Quien siendo turbio puede aclararse, se aclarará lentamente con el reposo. Quien es capaz de permanecer quieto en medio del movimiento duradero, podrá vivir en calma...

Quien guarde este Tao, esta sabiduría, no deseará llenarse (de cosas) y sin llenarse podrá seguir con lo viejo sin renovarlo".

Consecuentemente, un verdadero taoísta no deseaba nada que estuviera fuera de la armonía con su naturaleza intrínseca, y tampoco buscaba sentimiento de santidad alguno.

Los taoístas no buscaban ninguna iluminación especial que los hiciese diferentes de sus otras experiencias. De este modo, para un seguidor del Taoísmo todas las cosas están interrelacionadas, por lo que no puede concebir la separación entre lo santo y lo cotidiano.

A pesar de que Lao Zi no hablaba nunca de la moralidad como lo hizo Confucio, utilizó la denominación de Tao como el principio básico del Universo e igualmente como el principio de la moralidad. El concepto de la moralidad de Lao Zi, consecuentemente, era muy sencillo. Según su pensamiento, la máxima bondad del hombre se consigue siguiendo las leyes de la Naturaleza, en otras palabras, a través de armonía o adaptación a la misma:

"El hombre aprende y recibe a la Tierra, la Tierra al Cielo, el Cielo al Tao, y el Tao a la Naturaleza".

Lao Zi explicó que el resumen de todo lo dicho culmina en la frase "Volver a la Naturaleza".

La escuela filosófica de Yin-Yang fue una de las muchas escuelas florecidas en el período de los Reinos Combatientes y en la dinastía Han, luego fue incorporada a la Escuela de los Cinco Elementos y ambas fueron, a su vez, absorbidas por el Confucionismo de la época.

Yin y Yang son dos fundamentos, principios, de mutua complementariedad. Yang representa la masculinidad, el calor, la luz, la actividad, la dureza y la sequedad. Yin, por su parte, representa la feminidad, la frialdad, la oscuridad, la pasividad, la suavidad y la humedad. La intersección, la acción recíproca entre los dos fundamentos, produce los fenómenos de la naturaleza. Estos dos conceptos están representados en un círculo cuya área está dividida por la mitad, por la línea curva.