Comentario
Quizás uno de los aspectos de la cultura islámica que más ha estimulado la imaginación de los observadores occidentales ha sido el de la poligamia o, más precisamente, poliginia: la posibilidad del hombre de casarse con cuatro mujeres. Se trata de una costumbre preislámica, que, antes del Corán, no ponía límites al número de esposas. El Corán fue donde se estableció que "Si tenéis miedo de no ser justos con los huérfanos, casaos con las mujeres que os gusten, dos, tres o cuatro. Si tenéis miedo de no ser equitativos, hacedlo sólo con una o tomad (las esclavas) por concubinas".
El mismo Muhammad tuvo nueve mujeres, entre esposas y concubinas, si bien otro pasaje del Corán - "No podréis ser equitativos con vuestras mujeres, aunque lo queráis"- sirve también para los detractores de la poligamia, principalmente reformistas y seguidoras del feminismo moderno.
No obstante, a pesar de estar permitida, la poliginia no es una práctica común entre los varones islámicos, debido especialmente a la costosa manutención de una familia poligámica. Algunos países como Túnez la han suprimido legalmente, mientras que otros permiten que la mujer imponga una cláusula en el contrato matrimonial exigiendo que el matrimonio sea monógamo o bien que la segunda esposa, caso de haberla, sepa antes de casarse de la existencia de un primer matrimonio legal.