Época: Islam
Inicio: Año 610
Fin: Año 2003

Antecedente:
La religión islámica



Comentario

El Corán (del árabe al-Quràn, la "recitación") es para los musulmanes la fuente básica de las leyes del Islam y la última revelación de Dios. Según la tradición fue revelado por Dios a Muhammad, a través del ángel Gabriel, en lengua árabe, razón por la cual el árabe se convirtió en una lengua de culto. Los versículos fueron, a su vez, recitados por Muhammad a sus seguidores, lo que alude al significado mismo de la palabra Corán, es decir, recitación.
Al ser el Corán la palabra directa de Dios, se considera que es una extensión de la divinidad en el reino terrenal, la encarnación en la Tierra de la misericordia, el poder y el misterio de Dios. El Corán es también la culminación de la Revelación divina, de la que el Islam considera que los judíos y los cristianos recibieron sólo una parte. De igual forma, para los musulmanes Muhammad es también el último profeta, pues piensan que después de él ya no habrá ningún otro.

Dios eligió la lengua árabe para expresarse a Muhammad, por lo que los musulmanes piensan que el Corán no puede ser traducido, sino sólo sus ideas. Así, una de las grandes diferencias con respecto a las otras dos grandes religiones monoteístas -judaísmo y cristianismo- es que para los musulmanes su libro sagrado, el Corán, no ha sido inspirado por Dios, sino que es su palabra directa. Por tanto, es parte de Dios y como tal es increado y, como su Autor, es Eterno, Inmutable e Inimitable.

Como palabra de Dios, el Corán representa los fundamentos del credo, la moralidad, la historia de la humanidad, el culto, el ritual y las relaciones entre los hombres. Es, por tanto, la fuente de toda la cultura islámica, sentando las bases de todos los sistemas legales y políticos, las relaciones económicas, el derecho, la jurisprudencia y hasta las relaciones internacionales. El Corán está presente en las vidas de todos los musulmanes, aprendiendo desde los primeros años de vida a escribir y leer sus versículos, incluso a memorizarlos. A pesar del avance de la educación laica, son muy numerosos los individuos hoy en día que aprenden de memoria el texto sagrado, una práctica impulsada por sus progenitores. Incluso, la recitación del Corán es una forma de arte muy apreciada.

El Corán posee también para los musulmanes una cualidad milagrosa, una santidad de carácter físico. Para los fieles, debe ser tocado sólo desde un estado de pureza ritual, pudiendo conceder a los hombres el poder y la gracia de Dios (baraka) y siendo utilizado como medio de sanación.

El Corán lo integran ciento catorce capítulos o suras. Todos las suras empiezan con la invocación conocida como basmala o bismillah, una frase que también es muy pronunciada en la vida cotidiana y al principio de cada acto de devoción: "En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso" (Bismillahi al-Rahman al-Rahim). Cada sura está formada por versículos individuales (ayat). Las suras aparecen numeradas y representadas por un título, generalmente una de las palabras o frases que aparecen al comienzo. También aparecen ordenadas según su longitud, hallándose las más largas al principio del Corán y las más cortas al final, excepto la Sura I, al-Fatiha (La Apertura), compuesta por siete versículos.

Otra forma de distinguir las suras es en función del momento en el que fueron reveladas al Profeta, antes o después de la Hégira. Los versículos mequíes, es decir, pertenecientes a la época de La Meca, hablan de manera concisa y metafórica de la majestad y la unidad de Dios y de la próxima llegada de un juicio divino que recaerá sobre la humanidad. Los versículos medineses, más largos y complejos, inciden en aspectos de orden religioso, moral y social, explicitando los deberes centrales del Islam, así como cuestiones relativas a aspectos de la vida cotidiana, como el matrimonio, la guerra, el divorcio o el juego.

La interpretación del Corán que, según la tradición adquirió su forma escrita actual durante el califato de Utman (644-656), ha sido una labor a la que los eruditos han dedicado enormes esfuerzos.