Época: América
Inicio: Año 300
Fin: Año 900

Antecedente:
La cultura maya



Comentario

El arte maya surge, como el de las otras culturas paralelas de Mesoamérica, del período Formativo, del que cada una de ellas toma los elementos que más de acuerdo están con los materiales de que dispone y su propia idiosincrasia. De todas éstas es sin duda la maya la que posee el arte más original y peculiar, dentro del general parentesco que las une. Veamos cuáles son sus características y principales manifestaciones.
Recordemos, en primer lugar, que hay una serie de siglos -del II o III de la Era Cristiana hasta el X- en que prácticamente el mundo maya no recibe influencia exterior alguna, salvo la derivada del contacto entre Teotihuacan y Kaminaljuyú, centros entre los que debió existir una relación comercial, como lo prueba alguna plaqueta maya hallada en Teotihuacan. A este período, al que podemos calificar de "clásico", corresponde el verdadero y original arte maya y ocupa territorialmente la amplísima zona que va desde Honduras y Belice, por el Petén, a Guatemala y Chiapas. A fines del siglo X las ciudades de este territorio son abandonadas y las elites gobernantes -que son las depositarias de las normas culturales, como se ha dicho- emigran al Yucatán y allí se fundan nuevos centros urbanos y ceremoniales, que tienen básicamente los mismos patrones mayas, pero sobre los que se ejerce una fuerte influencia tolteca y mexicana. Hay, por lo tanto, dos períodos artísticos diferenciados, notándose en el yucateco la decadencia de algunas artes, como la cerámica, el relieve y la pintura, variándose el concepto constructivo en muchos aspectos estructurales y decorativos. Si hubiéramos de dar una calificación global, que está reñida en cierto modo con las ideas generales sobre el desarrollo de las artes en el mundo, diríamos que el período clásico es "más barroco" que el yucateco, que es más sobrio y utilitario.

Añadamos una certera observación de Erick Thompson: todo en el arte maya está hecho al servicio de los dioses, lo que corrobora la dirección sacerdotal de la vida maya.