Época: África
Inicio: Año 5000 A. C.
Fin: Año 1900




Comentario

El imperio de Ghana, uno de los reinos africanos más poderosos de su tiempo, basaba su economía, por un lado, en la agricultura y la ganadería de las que vivían la mayor parte de la población, y por otro, en el comercio transahariano y las actividades artesanales. Desde el siglo VIII hasta el siglo XII el imperio de Ghana fue una especie de meta comercial a la que la gente iba a hacer fortuna en busca sobre todo de oro que después servía para acuñar los dinares de las dinastías islámicas del Africa mediterránea. Por otro lado el comercio de la sal y su monopolio por los reyes de Ghana fue la otra de las bases económicas de este imperio que controlaba su comercio con los países negros del Sur. Después del oro y la sal, Ghana proporcionaba al comercio transahariano esclavos, marfil y goma, y recibía a su vez del Norte, cobre, trigo y productos de lujo como perlas y vestidos.
En la época de su máximo esplendor Ghana llegó a contar, según las fuentes árabes, con un ejército de 200.000 hombres de los cuales 40.000 eran arqueros. Pero todas estas estructuras no pudieron contener el empuje de los almorávides que en 1076 ocuparon la capital, rompiendo la unidad del imperio que a partir de entonces quedó seccionado en un Norte musulmán controlado por los almorávides y un Sur soninke en donde se habían refugiado los no musulmanes y que a su vez debido a sus riquezas auríferas fue conquistado por los reyes de Sosso, hasta que en el siglo XIII pasó a formar parte del imperio de Malí.