Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA, II



Comentario

ÍNDICE




CXLII Cómo el capitán Gonzalo de Sandoval fue a Chalco e

a Tamanalco con todo su ejército; y lo que en aquella

jornada pasó diré adelante 5

CXLIII Cómo se herraron los esclavos en Tezcuco; y cómo

vino nueva que había venido al puerto de la Villa-

Rica un navío, y los pasajeros que en él vinieron; y

otras cosas que pasaron diré adelante 13

CXLIV Cómo nuestro capitán Cortés fue a una entrada y

se rodeó la laguna, y todas las ciudades y grandes

pueblos que alrededor hallamos, y lo que más nos

pasó en aquella entrada 15

CXLV De la gran sed que hubo en este camino, y del peligro

en que nos vimos en Suchimilco con muchas batallas

y reencuentros que con los mexicanos y con los

naturales de aquella ciudad tuvimos, y de otros muchos

reencuentros de guerras que hasta volver a Tezcuco

pasamos 26

CXLVI Cómo desque llegamos con Cortés a Tezcuco, con

todo nuestro ejército y soldados, de la entrada de

rodear los pueblos de la laguna, tenían concertado entre

ciertas personas de los que habían pasado con Narváez,

de matar a Cortés y a todos los que fuésemos en su

defensa; y quien fue primero autor de aquella chirinola

fue uno que habla sido amigo de Diego Velázquez,

gobernador de Cuba; al cual soldado Cortés le mandó

ahorcar por sentencia; y cómo se herraron los esclavos

y se apercibió todo el real y los pueblos nuestros amigos,

y se hizo alarde y ordenanzas, y otras cosas que más

pasaron 39

CXLVII Cómo Cortés mandó a todos los pueblos nuestros

amigos que estaban cercanos de Tezcuco, que hiciesen

almacén de saetas e casquillos de cobre, y lo que en

nuestro real más pasó 42

CXLVIII Cómo se hizo alarde en la ciudad de Tezcuco en los

patios mayores de aquella ciudad, y los de a caballo,

ballesteros y escopeteros y soldados que se hallaron,

y las ordenanzas que se hicieron 44

CXLIX Cómo Cortés buscó a los marineros que eran menester

para remar en los bergantines, y se les señaló capitanes

que habían de ir en ellos, y de otras cosas que se

hicieron 45

CL Cómo Cortés mandó que fuesen tres guarnicioneros

de soldados y de a caballo y ballesteros y escopeteros

por tierra a poner cerco a la gran ciudad de México,

y los capitanes que nombró para cada guarnición, y los

soldados y de a caballo y ballesteros y escopeteros

que les repartió, y los sitios y ciudades donde habíamos

de asentar nuestros reales 48

CLI Cómo Cortés mandó repartir los doce bergantines,

y mandó que se sacase la gente del más pequeño

bergantín que se decía Busca-Ruido; y lo demás que

pasó 58

CLII Cómo desbarataron los indios mexicanos a Cortés,

e le llevaron vivos para sacrificar sesenta y dos soldados,

e le hirieron en una pierna; y el gran peligro en que nos

vimos por su causa 75

CLIII De la manera que peleábamos; y se nos fueron todos

los amigos a sus pueblos 88

CLIV Cómo Cortés envió a Guatemuz a rogarle que tengamos

paz 96

CLV Cómo fue Gonzalo de Sandoval contra las provincias

que venían a ayudar a Guatemuz 100

CLVI Cómo se prendió Guatemuz 108

CLVII Cómo mandó Cortés adobar los caños de Chalpute-

peque, e otras muchas cosas 119

CLVIII Cómo llegó al puerto de la Villa-Rica un Cristóbal de

Tapia que venía para ser gobernador 127

CLIX Cómo Cortés y todos los oficiales del rey acordaron de

enviar a su majestad todo el oro que le había cabido

de su real quinto de todos los despojos de México,

y cómo se envió de por sí la recámara del oro y todas

las joyas que fueron de Montezuma y de Guatemuz, y lo

que sobre ello acaeció 138

CLX Cómo Gonzalo de Sandoval llegó con su ejército a

un pueblo que se dice Tutepeque, y lo que allí hizo,

y después pasó a Guazacualco, y todo lo más que le

avino 145

CLXI Cómo Pedro de Alvarado fue a Tutepeque a poblar

una villa, y lo que en la pacificación de aquella provincia

y poblar la villa le acaeció 155

CLXIII Cómo vino Francisco Garay de Jamaica con grande

armada para Pánuco, y lo que le aconteció, y muchas

cosas que pasaron 158

CLXIII Cómo el licenciado Alonso de Zuazo venía en una

carabela a la Nueva-España, y dio en unas isletas

que llaman las Víboras, y lo que más le aconteció 176

CLXIV Cómo Cortés envió a Pedro de Alvarado a la provincia

de Guatemala para que poblase una villa y los trajese

la paz, y lo que pasó sobre ello se hizo 178

CLXV Cómo Cortés envió una armada para que pacificase

y conquistase aquellas provincias de Higüeras y Hon-

duras, envió por capitán della a Cristóbal de Olí, y lo que

pasó diré adelante 186

CLXVI Cómo los que quedamos poblados en Guazacualco

siempre andábamos pacificando las provincias que

se nos alzaban, y cómo Cortés mandó al capitán

Luis Marín que fuese a conquistar e a pacificar la pro-

vincia de Chiapa, y me mandó que fuese con él, y lo que

en la pacificación pasó 190

CLXVII Cómo estando en Castilla nuestros procuradores,

recusaron al obispo de Burgos, y lo que más pasó 210

CLXVIII Cómo fueron ante su majestad Pánfilo de Narváez y

Cristóbal de Tapia, y un piloto que se decía Gonzalo de

Umbría y otro soldado que se llamaba Cárdenas, con

favor del obispo de Burgos, aunque no tenía cargo de

entender en, cosas de Indias, que ya le habían quitado

el cargo y se estaba en Toro: todos los por mí referidos

dieron ante su majestad muchas quejas de Cortés, y lo

que sobre ello se hizo 214

CLXIX De en lo que Cortés entendió después que le vino la

gobernación de la Nueva-España, cómo y de qué

manera repartió los pueblos de indios, e otras cosas

que más pasaron, y una manera de platicar que sobre

ello se ha declarado entre personas doctas 228

CLXX Cómo el capitán Hernando Cortés envió a Castilla, a su

majestad, ochenta mil pesos en oro y plata, y envió

un tiro, que era una culebrina muy ricamente labrada

de muchas figuras, y toda ella, o la mayor parte, era

de oro bajo, revuelto con plata de Michoacán, que por

nombre se decía el Fénix, y también envió a su padre,

Martín Cortés, sobre cinco mil pesos de oro; y lo que sobre

ello avino diré adelante 239

CLXXI Cómo vinieron al puerto de la Veracruz doce frailes

franciscos de muy santa vida, y venía por su vicario y

guardián fray Martín de Valencia, y era tan buen religioso,

que hubo fama que hacía milagros; y era natural de una

villa de Tierra de Campos que se dice Valencia de Don

Juan, y lo que Cortés hizo en su venida 242

CLXXII Cómo Cortés escribió a su majestad y le envió treinta

mil pesos de oro, y cómo estaba entendiendo en la

conversión de los naturales e reedificación de México,

y de cómo había enviado un capitán que se decía Cristóbal

de Olí a pacificar las provincias de Honduras con una buena

armada, y se alzó con ella, y dio relación de otras cosas que

habían pasado en México; y en el navío que iban las cartas

de Cortés envió otras cartas muy secretas el contador de

su majestad, que se decía Rodrigo de Albornoz, y en ellas

decían mucho mal de Cortés y de todos los que con él

pasamos y lo que su majestad sobre ello mandó que se

proveyese 245

CLXXIII Cómo, sabiendo Cortés que Cristóbal de Olí se había

alzado con la armada y había hecho compañía con Diego

Velázquez, gobernador de Cuba, envió contra él a un capitán

que se llamaba Francisco de las Casas, y lo que entonces

sucedió diré adelante 251

CLXXIV Cómo Hernando Cortés salió de México para ir camino de

las Higüeras en busca de Cristóbal de Olí y de Fernando

de las Casas y de los demás capitanes y soldados;

dase cuenta de los caballeros y capitanes que sacó de

México para ir en su compañía, y del gran aparato y servicio

que llevó hasta llegar a la villa de Guazacualco, y de otras

cosas que entonces pasaron 256

CLXXV De lo que Cortés ordenó después que se volvió el factor y

veedor a México, y del trabajo que llevábamos en el largo

camino, y de las grandes puentes que hicimos, y hambre

que pasamos en dos años y tres meses que tardamos en

este viaje 261

CLXXVI Cómo desque hubimos llegado al pueblo de Cigua-

tepecad envió Cortés por capitán a Francisco de Medina

para que, topando a Simón de Cuenca, viniesen con los

dos navíos ya otra vez por mí memorados al Triunfo de la

Santa Cruz, al Golfo-Dulce, y de lo que más pasó 268

CLXXVII De en lo que Cortés entendió después de llegado a

Acalá, y cómo en otro pueblo más adelante sujeto al

mismo Acalá, mandó ahorcar a Guatemuz, que era gran

cacique de México, y a otro cacique que era señor de

Tacuba, y la causa por qué; y otras cosas que entonces

pasaron 273

CLXXVIII Cómo seguimos nuestro viaje, y lo que en ello nos

avino 279

CLXXIX Cómo Cortés entró en la villa donde estaban poblados

los de Gil González de ávila, y de la gran alegría que

todos los vecinos hubieron, y lo que Cortés ordenó 289

CLXXX Cómo otro día después de haber llegado a aquella

villa, que yo no le sé otro nombre sino San Gil de

Buena-Vista, fuimos con el capitán Luis Marín hasta

ochenta soldados, todos a pie, a buscar maíz, y a

descubrir la tierra, y lo que más pasó diré adelante 291

CLXXXI Cómo Cortés se embarcó con todos los soldados

que habían traído en su compañía y los que había

en San Gil de Buena-Vista, y fue a poblar adonde

ahora llaman Puerto de Caballos, y se le puso por

nombre La Natividad, y lo que en él se hizo 294

CLXXXII Cómo el capitán Gonzalo de Sandoval comenzó a

pacificar aquella provincia de Naco, y de los grandes

reencuentros que con los de aquella provincia tuvo, y

lo que más se hizo 297

CLXXXIII Cómo Cortés desembarcó en el puerto que llaman

de Trujillo, y cómo todos los vecinos de aquella villa

le salieron a recibir y se holgaron mucho con él; y de

todo lo que allí se hizo 299

CLXXXIV Cómo el capitán Gonzalo de Sandoval, que estaba

en Naco, prendió a cuarenta soldados españoles y a

su capitán, que venían de la provincia de Nicaragua,

y hacían muchos daños y robos a los indios de los

pueblos por donde pasaban 304

CLXXXV Cómo el licenciado Zuazo envió una carta desde la

Habana a Cortés, y lo que en ella se contiene es lo que

diré adelante 308

CLXXXVI Cómo fueron por la posta desde Nicaragua ciertos

amigos del Pedro Arias de ávila a hacerle saber

cómo Francisco Hernández, que envió por capitán a

Nicaragua, se carteaba con Cortés y se le habla alzado

con las provincias de Nicaragua, y lo que sobre ello

Pedro Arias hizo 317

CLXXXVII Cómo yendo Cortés por la mar la derrota de México,

tuvo tormenta, y dos veces tornó arribar al puerto de

Trujillo, y lo que allí le avino 318

CLXXXVIII Cómo, Cortés envió un navío a la Nueva-España, y

por capitán a un criado suyo que se decía Martín de

Orantes, y con cartas y poderes para que gobernase

Francisco de las Casas y Pedro de Alvarado si allí

estuviese, y si no, el Alonso de Estrada y el

Albornoz 321

CLXXXIX Cómo el tesorero con otros muchos caballeros

rogaron a los frailes franciscanos que enviasen a un

fray Diego de Altamirano, que era deudo de Cortés,

que fuese en un navío a Trujillo y lo hiciese venir, y lo

que sucedió 325

CXC Cómo Cortés se embarcó en la Habana para ir a la

Nueva-España, y con buen tiempo llegó a la Veracruz,

y de las alegrías que todos hicieron con su venida 330

CXCI Cómo en este instante llegó al puerto de San Juan de

Ulúa, con tres navíos, el licenciado Luis Ponce de León,

que vino a tomar residencia a Cortés, y lo que sobre ello

pasó; e hay necesidad de volver algo atrás para que bien

se entienda lo que ahora diré 333

CXCII Cómo el licenciado Luis Ponce, después que hubo

presentado las reales provisiones y fue obedecido,

mandó pregonar residencia contra Cortés e los que

habían tenido cargos de justicia, y cómo cayó malo de

mal de modorra y della falleció, y lo que más le

sucedió 340

CXCIII Cómo después que murió el licenciado Ponce de

León comenzó a gobernar el licenciado Marcos de

Aguilar, y las contiendas que sobre ello hubo, y cómo

el capitán Luis Marín con todos los que veníamos en

su compañía topamos con Pedro de Alvarado, que

andaba en busca de Cortés, y nos alegramos los unos

con los otros, porque estaba la tierra de guerra, por la

poder pasar sin tanto peligro 343

CXCIV Cómo Marcos de Aguilar falleció, y dejó en el testamento

que gobernase el tesorero Alonso de Estrada, y que

no entendiese en pleitos del factor ni veedor ni dar

ni quitar indios hasta que su majestad mandase lo que

más en ello fuese servido, según y de la manera que le

dejó el poder Luis Ponce de León 351

CXCV Cómo vinieron cartas a Cortés de España, del cardenal

de Sigüenza don García de Loaysa, que era presidente

de Indias y luego fue arzobispo de Sevilla, y de otros

caballeros, para que en todo caso se fuese luego a

Castilla, y le trajeron nuevas que era muerto su padre

Martín Cortés; y lo que sobre ello se hizo 360

CXCVI Cómo entretanto que Cortés estaba en Castilla, con

título de marqués, vino la real audiencia a México, y en

lo que entendió 371

CXCVII Cómo Nuño de Guzmán supo por cartas ciertas de

Castilla que le quitaban el cargo, porque había

mandado su majestad que le quitasen de presidente a

él y a los oidores, y viniesen otros en su lugar, acordó

de ir a pacificar y conquistar la provincia de Xalisco, que

ahora se dice la Nueva-Galicia 381

CXCVIII Cómo llegó la real audiencia a México, y lo que se

hizo 382

CXCIX Cómo vino don Hernando Cortés, marqués del Valle,

de España, casado con la señora doña María de

Zúñiga, con título de marqués del Valle y capitán general

de la Nueva-España y de la mar del Sur; y del recibimiento

que se le hizo 387

CC De los gastos que el marqués don Hernando Cortés

hizo en las armadas que envió a descubrir, y cómo en

todo lo demás no tuvo ventura; y he menester volver

mucho atrás de mi relación para que bien se entienda

lo que ahora dijere 389

CCI Cómo en México se hicieron grandes fiestas y

banquetes por alegría de las paces del cristianísimo

emperador nuestro señor, de gloriosa memoria con

el rey Francisco de Francia, cuando las vistas de

Aguas-Muertas 397

CCII Cómo el virrey don Antonio de Mendoza envió tres

navíos a descubrir por la banda del sur en busca

de Francisco Vázquez: Coronado, y le envió

bastimentos y soldados, que estaban en la conquista

de la Cibola 406

CCIII De una muy grande armada que hizo el adelantado

don Pedro de Alvarado en el año 1537 408

CCIV De lo que el marqués del Valle hizo desde que estaba

en Castilla 415

CCV De los valerosos capitanes y fuertes soldados que

pasamos dende la isla de Cuba con el venturoso

y muy animoso capitán don Hernando Cortés, que

después de ganado México fue marqués del Valle y tuvo

otros ditados 424

CCVI De las estaturas y proporciones y edades que tuvieron

ciertos capitanes valerosos y fuertes soldados que

fueron de Cortés, cuando vinimos a conquistar la

Nueva-España 446

CCVII De las cosas que aquí van declaradas cerca de los

méritos que tenemos los verdaderos conquistadores;

las cuales serán apacibles de las oír 452

CCVIII Cómo los indios de toda la Nueva-España tenían

muchos sacrificios y torpedades, y se los quitamos,

y les impusimos en las cosas santas de buena

doctrina 454

CCIX De cómo impusimos en muy buenas y santas doctrinas

a los indios de la Nueva-España, y de su conversión;

y de cómo se bautizaron, y volvieron a nuestra santa fe,

y les enseñamos oficios que se usan en Castilla, y a

temer y guardar justicia 457

CCX De otras cosas y provechos que se han seguido de

nuestras ilustres conquistas y trabajos 461

CCXI Cómo el año de 1550, estando la corte en Valladolid,

se juntaron en el real consejo de Indias ciertos

prelados y caballeros, que vinieron de la Nueva-España

y del Perú por procuradores, y otros hidalgos que se

hallaron presentes, para dar orden que se hiciese

el repartimiento perpetuo; y lo que en la junta se hizo y

platicó es lo que diré 468

CCXII De otras pláticas y relaciones que aquí irán declaradas,

que serán agradables de oír 472

CCXII bis. De las señales y planetas que hubo en el cielo

de Nueva-España antes que en ella entrásemos, y

pronósticos de declaración que los indios mexicanos

hicieron, diciendo sobre ellos; y de una señal que

hubo en el cielo, y otras cosas que son de traer a la

memoria 479