Comentario
El relieve rupestre neoasirio está representado, pobremente, por los restos que nos han llegado de Maltaya (nordeste de Khorsabad) y de la región de Hines (al norte de Nínive), esculpidos por orden de Senaquerib, y en los cuales ensalzó aún más su personalidad. En Maltaya labró sobre la pared cuatro paneles, uno de los cuales (1,85 por 6 m) representa una procesión de dioses, encabezada por Assur, subidos todos sobre sus animales sagrados. La doble imagen del rey, en actitud de oración, encuadra las figuras divinas, algunas reconocibles por sus símbolos. En la región de Hines, el rey se representa adorando a Assur y a Ninlil, mientras dos toros androcéfalos enmarcan, como en el palacio de Dur Sharrukin a un héroe del león. En otro punto, en Bavian, se le representa acompañado de otro personaje en acto de adoración a los dioses, subidos sobre sus animales emblemáticos.
Menos interesante aún es el relieve rupestre de Kank Bogazi (Turquía) hecho esculpir por Salmanasar III, y en el que se figuraba adorando a un símbolo divino, junto a una corta inscripción.