Época: Babilonia
Inicio: Año 1156 A. C.
Fin: Año 539 D.C.

Antecedente:
El Imperio Babilónico
Siguientes:
La arquitectura monumental
La escultura neobabilónica
El relieve neobabilónico
La glíptica
Metalistería y orfebrería
A modo de colofón

(C) Federico Lara Peinado



Comentario

Abandonadas las ciudades babilónicas a su suerte tras los ataques de los elamitas que habían puesto fin a la Dinastía cassita, no se tardó mucho en organizar algunos focos de resistencia, siendo el más importante el de Isin, ciudad que logró establecer una Dinastía en el país (la IV según las fuentes) de la cual Nabucodonosor I (1124-1103) fue su rey más prestigioso. Años después, los arameos, que habían invadido Asiria, cayeron también sobre Babilonia, llegando uno de sus jefes, Adad-apla-iddina (1067-1046), a ser rey.
Siglos más tarde, con Nabu-nasir (747-734) se iniciaba la IX Dinastía, caracterizada toda ella por su dependencia de Asiria, especialmente durante el reinado de los grandes reyes sargónidas, con quienes Babilonia fue la capital de una provincia del Imperio neoasirio. Al derrumbarse este, los caldeos (una federación de tribus arameas) lograron apoderarse de la ciudad de Marduk instaurando la X y última Dinastía, que aún dio años de esplendor, sobre todo con Nabucodonosor II (604-562). Finalmente, el persa Ciro II, en el 539, puso fin al Imperio neobabilónico, iniciándose a continuación el definitivo ocaso de Babilonia.

De todo este largo período (1156-539), que estuvo dominado prácticamente por arameos y asirios, apenas nos han llegado restos arqueológicos y artísticos, dadas las sucesivas destrucciones que tuvieron que soportar las ciudades babilónicas. Es de esperar, sin embargo, que las excavaciones actualmente emprendidas en diferentes puntos del centro y sur, de Iraq (sobre todo las que se realizan en Sippar y Babilonia) puedan proporcionarnos en un futuro muy cercano el material que precisamos para evaluar el nivel artístico que se alcanzó durante aquellos seis largos siglos.