Comentario
Los primeros asentamientos que darían lugar al desarrollo de una polis aparecen normalmente relacionados con sitios más antiguos, santuarios o palacios que habían quedado abandonados o poco utilizados y ahora vuelven a cobrar vida como lugar de desarrollo de las comunidades que tienden a asentarse. Los señores aprovechan los lugares y los vuelven a utilizar, a veces como tumbas donde identificarse con el pasado heroico. Los centros donde se manifiesta el prestigio de los príncipes se transforman, con el asentamiento mismo, en el centro de la vida pública, donde se imparte justicia y se regula la vida de la comunidad, donde la autoridad garantiza su protección y su arbitraje y recibe los dora de los miembros de la comunidad.
El desarrollo económico que lleva al renacimiento, paralelamente al desarrollo cultural, provoca al mismo tiempo, sin embargo, el inicio de conflictos que afectan a las relaciones del oikos al agudizarse las formas de explotación junto con el crecimiento de los bienes de consumo que incitan a aumentar el excedente. Asentamiento del poder y acumulación de tierras, coincidentes con la consolidación de una colectividad asentada, tendente a la autoconciencia como comunidad, se convierten en foco de conflictos.
Los gérmenes ya aparecen en "Los trabajos y los días" del poeta beocio Hesíodo, pero sus efectos se revelan en la búsqueda de nuevas solidaridades entre los miembros de la clase dominante. Da la impresión de que los diferentes oikoi tienden a juntarse bajo el rey sólo con motivo de acciones bélicas, de defensa o conquista. La capacidad de cohesión y de reparto, en sus tensiones, se reflejan en "La Ilíada". Aquiles puede apartarse del grupo como reacción al comportamiento de Agamenón, que actúa de modo despótico en el reparto del botín. La cohesión definitiva se produce cuando el conflicto procede de los antagonismos sociales. Ante la presión campesina, los oikoi se juntan en el sinecismo, syn-oik-ismós, unión de oikoi, para crear nuevos organismos de gobierno, de solidaridad aristocrática, para repartirse la arché. El basileus queda integrado en el sistema como archon-basileus, uno más de los arcontes, el encargado de los aspectos religiosos de la actividad común. Los phylobasilei pueden conservar su función militar a la cabeza de la tribu, phylé, pero el poder objetivo se reparte entre los arcontes, símbolo de la solidaridad aristocrática que acumula el poder al tiempo que impide que nadie lo monopolice. Tal es al menos lo que ocurre en muchas ciudades conocidas, aunque en otras, como Corinto, la aristocracia siguió significando el gobierno de una sola familia, los Baquíadas.