Época: II Guerra Mundial
Inicio: Año 1942
Fin: Año 1942

Antecedente:
Combates en el Este y el Pacífico

(C) Isabel Cervera



Comentario

Hasta 1942, el desarrollo de la guerra estuvo marcado por las iniciativas alemana y japonesa. A partir de entonces, Gran Bretaña, Estados Unidos y la URSS procuraron llegar a acuerdos respecto a las operaciones militares y los planes de ayuda. En 1941, Eden visitó a Stalin quien le expuso que, al acabar la guerra Alemania debía ser dividida en varios Estados, Finlandia y los países bálticos regresarían a la situación anterior a la invasión alemana y la frontera rusa debía avanzar, aproximadamente, hasta los límites reconocidos en el pacto germano-soviético, muy parecidos a los que fueron fijados por los aliados en 1919. La entrada en guerra de los Estados Unidos fue previamente estudiada por comisiones políticas y militares de ambos países.
En agosto, Roosevelt y Churchill se reunieron a bordo de un buque americano y publicaron la Carta de Atlántico, una declaración de ocho puntos que proclamaba los derechos a la libertad y autodeterminación de los pueblos y apuntaba la paz y colaboración internacional después de la destrucción de la dictadura nazi. En diciembre, una nueva reunión entre Roosevelt y Churchill, creó la junta de Jefes del Estado Mayor Combinado, órgano supremo de coordinación militar, con sede en Washington, formado por ingleses y norteamericanos.

El caso de Francia presentaba unos caracteres muy especiales. La derrota y ocupación habían dispersado ideológicamente a sus habitantes hasta el momento del desembarco aliado en Africa. Hasta entonces, la mayoría de la población, aunque odiaba a los invasores, procuraba sobrevivir; la Resistencia aumentaba su poder a medida que se eclipsaba el del Eje; los colaboracionistas medraban protegidos por los nazis o por el Estado profascista de Vichy, cuya cabeza, el mariscal Pétain, maniobraba para no convertirse en satélite de Hitler, aunque había entregado Indochina a los japoneses y permitido que los submarinos alemanes operasen dese Martinica. Su antiguo ministro, el almirante Darlan, de distanció progresivamente de él y, antes del desembarco norteamericano, buscó un pretexto para pasar a Africa y entró en contacto con los aliados. De Gaulle era más independiente, convencido de que la supervivencia de Francia como potencia mundial no podía supeditarse a los americanos ni a los ingleses. Buscaba la soberanía de la Francia libre organizando un ejército propio y sustrayendo a Vichy algunas colonias africanas. Su enfrentamiento con Pétain y la Francia de Vichy, un Estado teóricamente independiente con relaciones diplomáticas con Washington, dificultaba futuros pactos con los militares franceses. Por ello, los norteamericanos, antes que a De Gaulle, preferían al general Giraud, que había huido de Francia en un submarino británico y contaba con predicamento entre grupos relevantes de Africa del Norte.

Un nacionalista francés llevado por oscuros móviles asesinó al almirante Darlan en diciembre de 1942, de modo que las opciones se redujeron a la alternativa Giraud-De Gaulle, cuya reconciliación se produjo como consecuencia de la Conferencia de Casablanca. Al organizarse el Comité de Liberación Nacional, De Gaulle se ocupó de la presidencia y los asuntos políticos, mientras Giraud tomó a su cargo las operaciones militares. Los franceses libres dedicaron sus esfuerzos a captar a las autoridades coloniales vichystas. Desde el principio de la guerra controlaban el Chad; más tarde, se hicieron con Madagascar y la Somalia francesa. La operación siguiente consistió en enviar al comandante Leclerc y un grupo de gaullistas al Camerún, donde tomaron Duala y se extendieron a territorios cercanos. Después, Leclerc partió de Libreville con una columna sobre vehículos civiles requisados y marchó, sin ayuda, desde el Ecuador hasta el Mediterraneo, con la intención de que una fuerza de la Francia libre combatiera junto a los aliados, aunque fuera simbólicamente. La tropa de Leclerc atacó a los italianos, tomó algunos oasis, participó luego en la campaña de Túnez contra los alemanes y De Gaulle tuvo que moverse rápidamente para impedir una maniobra británica, que pretendía imponer administradores ingleses a los territorios conquistados.