Época: GriegosPersas
Inicio: Año 500 A. C.
Fin: Año 400 D.C.

Antecedente:
Factores políticos y económicos



Comentario

La historia de los conflictos internos de Esparta durante este período se muestra en los enfrentamientos entre los reyes, como personajes representativos de las diferencias que pudieron existir entre diversos sectores de la clase dominante reflejadas en las actitudes hacia el exterior. Demarato, partidario de plegarse ante los persas y de llegar a un acuerdo con ellos, fue expulsado y, según Heródoto, fue él quien supo persuadir mejor a Jerjes, a través de Atosa, para que atacara a los griegos, en la idea de que así volvería a su patria y reinaría. Cleómenes, su rival, se mostraba antipersa y claramente tendente al panhelenismo. Fue el mismo rey que había favorecido la intervención espartana en Atenas dentro de los conflictos que sucedieron a la expulsión de la tiranía de los Pisistrátidas.
Luego viene una sucesión extraña desde el punto de vista dinástico, paralela a las actitudes igualmente oscuras que caracterizaron en general a los espartanos en el período de las guerras médicas. Durante los anos centrales de la década de los ochenta su actitud era bastante próxima a la que manifestaba el oráculo de Delfos, que subrayaba, sobre todo, la inutilidad de los peligros que podía correr cualquier ciudad que se opusiera a los persas. Sin embargo, al final triunfó la actitud que llevaba a asumir la hegemonía de los griegos, como proyección de la hegemonía del Peloponeso. Con todo, su estrategia seguía tendiendo a limitarse a la península, salvo en algún momento en que, forzados por las circunstancias, acudían a posiciones lejanas, como Tempe o las Termópilas, la primera efímera, la segunda terminada en fracaso, en el que algo pudo tener que ver el exiguo numero de las tropas espartiatas que quedaron hasta el final. Sus intervenciones en Platea y Mícala, tras Salamina, venían impuestas por la necesidad de contrapesar el triunfo ateniense, actitud que no todos los espartanos compartían, pues al principal protagonista, Pausanias, su actitud agresiva le trajo repercusiones negativas, seguramente porque respondía a tendencias no del todo asimiladas en la generalidad de la clase dominante laconia.