Comentario
Las posibilidades de una actuación eficaz por parte de la oposición cesaron de esta manera. De ahora en adelante, antes del comienzo de la guerra del Peloponeso, no se conocen acciones en este sentido. Se sabe, sin embargo, que existían movimientos contrarios, por supuesto, en las ciudades del imperio que sufrieron algún tipo de represión, como los representados por Meliso de Samos o Estesímbroto de Tasos. También en Atenas se conoce un escrito significativo, posiblemente de esta época, la "Constitución de Atenas" que aparecía entre las obras de Jenofonte, pero cuyo autor real permanece en el anonimato. En ese escrito se critica el tipo de relaciones establecido entre Atenas y las ciudades, sobre todo el hecho de que los ricos de éstas tengan que acudir a los juicios a la cabeza del imperio. Ahora bien, el autor sabe bien que todo ello ocurre porque el demos obtiene beneficios y que todo el sistema se organiza así porque trata de atender a los intereses del demos, frente a ricos, nobles y propietarios agrícolas. El sistema democrático, desde su punto de vista, no es bueno, pero si fuera bueno no podida servirle al demos en su propio beneficio. Se trata de un escrito claramente contrario a la democracia, pero capaz de analizarla con enorme lucidez.
En los años anteriores a la guerra del Peloponeso, se conocen algunas actuaciones contrarias a aquéllos que aparecen más próximos a la figura de Pericles, a los llamados círculos intelectuales orgánicos, lo que se interpreta habitualmente como modo de manifestarse los movimientos de oposición, incapaces de dirigirse contra Pericles mismo.
Anaxágoras, autor de la teoría del nous o mente organizadora, que suele identificarse como teoría del poder personal y democrático, fue objeto de una condena por tratar de los asuntos del cielo, lo que se había prohibido a través del decreto de Diopites, adivino a quien se consideraba vinculado a las prácticas oraculares délficas. También fue condenado Fidias, el escultor de los frisos del Partenón, autor de la Atenea que era símbolo de la ciudad misma y de las esculturas donde las fiestas de la ciudad aparecen como representación de las pretensiones integradoras de la nueva Acrópolis, de aspiraciones panhelénicas. Se duda si en tales círculos contrarios a Pericles se encuentran representados los aristócratas relegados en torno a Tucídides o si empieza a fraguarse un tipo de política donde actúan los nuevos personajes que luego se definirán en figuras como la de Cleón, tendentes a formas de demagogia que conducen hacia posturas consideradas extremadas las aspiraciones imperialistas del demos.