Comentario
Invadido por Alemania en mayo de 1940, el país fue integrado como territorio alemán en el Reich. Sus habitantes, considerados alemanes, fueron sometidos a un proceso de germanización y nazificación con la colaboración de un partido nazi, y la lengua alemana fue equiparada a la francesa. Todo ello incrementó la hostilidad hacia los ocupantes, con la consiguiente represión. En un censo, en el que estaba prohibido indicar otra nacionalidad que no fuese la alemana, el 98 por 100 de la población escribió luxemburguesa.
La oposición se extendió también al servicio militar obligatorio: se produjeron miles de deserciones y largas huelgas, como la de agosto de 1942; los deportados fueron más de 5.000, y hubo fusilamientos y encarcelamientos. Paralelamente, aumentaba su actividad una Liga Patriótica de Luxemburgo, con prensa clandestina, sabotajes y huidas de reclutas a los montes de las Ardenas, donde acabarán formando pequeños grupos guerrilleros que entorpecerán la retirada alemana del país en septiembre de 1944.