Época: Aragón Baja Edad Media
Inicio: Año 1276
Fin: Año 1479

Antecedente:
Literatura medieval catalana
Siguientes:
La obra de Ramón Llull
Tirant lo Blanc

(C) Anton M. Espadaler



Comentario

El Ensenhamen de Guerau de Cabrera nos asegura que los textos franceses que constituyen la materia de Bretaña fueron conocidos prácticamente al mismo tiempo que en su lugar de origen. Ahora bien, la reacción que se dio en el área catalanooccitana no fue de mimética aceptación, sino de crítica y parodia, como lo demuestra la extensa novela -10.956 octosílabos- Jaufre, dedicada casi con toda seguridad a Jaime I el Conquistador. La desinhibición e incluso la burla con que se tratan episodios tan serios y trascendentes como el de las gotas de sangre del Perceval da entender, más allá de un gusto por el entretenimiento y lo espectacular que parece anunciar el Orlando, que se trata de la respuesta de la cultura trovadoresca a los espesos símbolos del norte. Piénsese, por ejemplo, que la primera aventura termina con toda la Tabla Redonda desnuda de cabo a rabo, víctima de la tomadura de pelo de un rey Arturo travieso y zumbón. La misma esencial falta de seriedad y el mismo gusto por lo cómico hiperbólico, aunque en ambos casos contrasta con el tratamiento elevado de lo amoroso (no se olvide que, Jaufre especialmente, compiten con los trovadores) lo hallamos también en una obra del último tercio del siglo XIV, Blandín de Cornualha.
Lo artúrico, en cambio, centrado en la pervivencia del rey en Sicilia, es objeto de una elaboración elegante y miniaturista en el poema del mallorquín Guillem de Torroella La faula. Narra el viaje en primera persona desde el puerto de Sóller a Mongibell. La obra tiene momentos de gran delicadeza, y está escrita en un catalán occitanizado, con la peculiar característica de que los personajes de la corte artúrica hablan en francés. La misión del viaje, urdido por Morgana, tiene como fin informar al mundo del estado en que se encuentra el rey. Jaume Vidal Alcover ha insinuado que detrás de este planteamiento de tipo sebastianista -"Ets vos, sényer, lo rey Artús/ Aycell gui atendon li bretó" (Sois vos el rey Arturo/ al que esperan los bretones)- puede haber una intencionalidad política relacionada con la casa real de Mallorca, desposeída del trono después de la batalla de Llucmajor.

Lo lírico es lo predominante en un conjunto de narraciones como los anónimos História de l'amat Frondino e de Brisona, que tiene la particularidad de estar redactada en tres lenguas: occitano-catalán en la narración, catalán en los fragmentos en prosa y francés en rondós y virelais, y Frayre de Joy e Sor de Plaser, una breve y acertada historia de amor que desarrolla en tema principal del conocido cuento de la Bella Durmiente.

Contemporáneo a estos textos es un conjunto de narraciones humorísticas, lejanamente emparentadas con los fabliaux franceses, en las que destaca el elemento antimonástico. La variante más destacada es de orden técnico y consiste en la combinación de versos de ocho y de cuatro sílabas, que se conoce con el nombre de codolada. Son títulos como el Testament de Bernat Serradell o el magnífico Libre de fra Bernat de Francesc de la Vía (doc. 1403-1425), delicado poeta lírico de ecos ausiasmarquianos y autor de una poesía erótica en solemnes estramps, basada en la transposición del lenguaje militar y de la caza al combate amoroso y que nada tiene que envidiar al mejor Ovidio.

La culminación de este sistema versificatorio se produce con el Spill (espejo) de Jaume Roig, más de 16.000 versos de cuatro sílabas. El atractivo de esta obra fuertemente misógina, a la que se ha considerado como un precedente de la novela picaresca, tanto por el retrato de los bajos fondos como por lo que tienen de negación de ideales elevados, reside justamente en que Roig descarta escribir en prosa y se acoge al sistema que le brinda la tradición. En el prefacio Roig advierte que su intención es la de mostrar la maldad de las mujeres con la única excepción de la que es "entre spines flor de llir" (entre espinas flor de lirio, o sea, la Virgen y su propia esposa). Para ello adopta el rol de un viejo desengañado y sarcástico que narra su experiencia del universo femenino a través de cuatro libros que resumen las peripecias de quien, lanzado al mundo por una madre cruel, recorre todas las capas sociales, lo que da pie a un retrato realista y vibrante de la sociedad tardo-medieval. Roig, médico de prestigio e impulsor del psiquiátrico de Valencia, era persona devota, protector del convento de la Trinidad de esta ciudad, en el que profesaba una de sus hijas y del que era abadesa sor Isabel de Villena (1430-1490), hija ilegítima de don Enrique de Villena. Esta aristocrática monja redactó una interesante Vita Christi, en la que se subraya el papel femenino en la vida de Jesús. La defensa de las mujeres a partir de su relación con Cristo, rebatiendo los tópicos explotados por la literatura misógina, ha motivado que haya recibido el calificativo de feminista. Joan Fuster ha insinuado que se trata en realidad de una respuesta a la obra de Jaume Roig. Sobre una sólida base patrística y escripturaria, sor Isabel despliega una escritura voluntariamente femenina, atenta a lo cotidiano y a una afectuosidad cordial y efusiva, pensada sobre todo para sus compañeras de convento, aunque, como escribió su sucesora al darlo a la imprenta a petición de Isabel la Católica, no sólo las monjas podrán en el libro "collir fruyt de profitosa doctrina" (recoger fruto de provechosa doctrina).