Comentario
El rectángulo determinado por el trazado de la muralla encierra un espacio en el que se inscribe un conjunto de 63 insulae rectangulares orientadas de norte a sur que miden 35 x 70 m, lo que equivale a 1 x 2 actus o a 120 x 240 pies romanos. Por los tratadistas agrarios romanos sabemos que eran éstas las medidas del iugerum, o unidad de superficie utilizada por los agrimensores en lo concerniente a la centuriación del territorio. De estas ínsulas, 42 corresponden a los dos tercios meridionales de la ciudad, mientras que al tercio septentrional pertenecen las 21 restantes, pues sabemos que estos dos bloques urbanos en tiempos republicanos estuvieron separados por un gran muro pétreo, hoy muy arrasado, que lleva una dirección este-oeste y que en cierto momento, probablemente en época augustea, le fueron practicadas al menos seis aberturas para dar con ello paso a otras tantas vías urbanas (kardines) hasta entonces interrumpidas por él mismo. Las vías principales, denominadas, respectivamente, kardo maximus y decumanus maximus, convergían en el foro de la ciudad y junto a su intersección se levantaba el altar situado frente al templo capitolino. Las vías secundarias fueron trazadas de forma paralela tomando como ejes de referencia los de las dos vías principales, las cuales, a su vez, lo habían sido prolongando los del primitivo pretorio del antiguo praesidium.