Época: Arte Español Medieval
Inicio: Año 530
Fin: Año 711

Siguientes:
La arquitectura visigoda
Ornamentación y artes menores



Comentario

El pueblo visigodo se instala sobre la Hispania romana como resultado de una larga peregrinatio, que se inicia en los países escandinavos para recorrer el este europeo y prácticamente todas las regiones de la cuenca mediterránea. El punto final de la peregrinatio es, sin lugar a dudas, la creación -muy a principios del siglo VI- de un reino independiente y estable en los territorios de la Península Ibérica. Territorios que, no se debe olvidar, están profundamente romanizados y que, por tanto, ven en la llegada de los ejércitos visigodos a un usurpador de sus tierras y, evidentemente, a un bárbaro, en el sentido etimológico de la palabra.
Tanto los restos arqueológicos como las fuentes escritas nos hablan de una intensa actividad edilicia -religiosa y civil- que demuestra la importancia que tuvieron no sólo los edificios, sino también las profesiones tales como arquitectos, artesanos, escultores, etcétera. A pesar de lo dicho, el lector no debe imaginar que la arquitectura visigoda conservada corresponde siempre a edificios en pie o ricamente ornamentados. Al contrario, el estudio de la arquitectura visigoda y su decoración, como tantas otras producciones y realizaciones llevadas a cabo por la mano del hombre y descubiertas por la arqueología, se debe realizar gracias al minucioso rastreo de múltiples y variados tipos de información.

Cabe señalar, por ejemplo, que prácticamente todas las iglesias son de naturaleza rural y que no se conoce -con la suficiente precisión deseada- la topografía de las ciudades, debido mayoritariamente al progreso y remodelaciones urbanísticas de las diferentes épocas. Así, de la capital del reino visigodo, Toletum, tan sólo se ha identificado la iglesia donde se celebraron los sucesivos concilios, en la zona de la Vega Baja. Otro ejemplo que se puede traer a colación es el de Mérida, la antigua y prestigiosa Emerita Augusta, donde las excavaciones llevadas a cabo en la denominada basílica de Santa Eulalia pretenden identificar allí el lugar de culto citado en el "Liber vitas sanctorum patrum emeretensium". E incluso las excavaciones de un gran edificio de la zona de Santa Catalina, en la misma ciudad, que podría ser identificado con el denominado, pero poco conocido, xenodochium de Masona, citado en dicho libro de los padres de Mérida.

El estudio de la arquitectura de época visigoda se debe realizar de forma minuciosa y sin pretender dar soluciones artísticas y de homogeneidad a este período. La arqueología, compaginada con el estudio de los textos y de las fórmulas artísticas, podrá ofrecer resultados satisfactorios, si se acompaña de una reflexión profunda de los problemas que la arquitectura visigoda suscita.