Época: Mesopotamia
Inicio: Año 2350 A. C.
Fin: Año 2000 D.C.

Siguientes:
La escuela
Vida cotidiana de sumerios y acadios

(C) Alvaro Cruz García



Comentario

El Imperio acadio impuso un tipo de economía centralizada en el palacio, en la que un grupo funcionarial controla la producción, la administra y recibe propiedades y prebendas. El rey o soberano, con pleno derecho sobre sus gobernados, está a la cabeza de la escala social, sostenido por su prestigio personal y su carácter de jefe militar, con 5.400 hombres a su cargo.
Durante la etapa neosumeria, prosigue la divinización del soberano según la costumbre acadia, mientras que el resto de la población se divide según un patrón económico y laboral. La riqueza de un individuo y su trabajo son los elementos que determinan su posición en la escala social. La sociedad se divide en libres, semilibres y esclavos.

Entre los primeros existían grandes diferencias. Había algunos grupos privilegiados, como sacerdotes, militares o funcionarios; otros, por el contrario, a pesar de ser libres -esto es, no pertenecer a ninguna otra persona o institución- tenían graves problemas de subsistencia, siendo en ocasiones el objetivo de algunas medidas contra la pobreza dictadas desde el poder.

En segundo lugar, los semilibres (mash-en-kak) aunque tenían libertad de derecho, su precaria situación económica les obligaba a trabajar para el templo o el palacio, con lo que veían restringida su libertad.

El último grupo, los esclavos (arad), estaba a su vez dividido en dos grupos: los geme o ir, que había adquirido tal condición por decisión de un juez, o porque sus servicios han sido vendidos por ellos mismo o por sus padres; y los namra, es decir, prisioneros de guerra. Entre ambos había grandes diferencias, pues los primeros estaban jurídicamente reconocidos y trabajaban en labores domésticas o agrícolas. Los namra, por el contrario, eran obligados a trabajar para el Estado en sus talleres o granjas, estando totalmente privados de ningún derecho.