Comentario

La estatuaria dieciochesca en los jardines del Real Sitio de Aranjuez no tuvo el desarrollo de las fuentes de La Granja, principalmente porque en su mayor parte habían sido colocadas ya en el siglo XVII. Alguna de éstas se cambió de sitio, como es el caso de la Fuente de los Tritones, que se colocó en el estanque de la Isleta. La dirección de la reordenación de los jardines correspondió al francés Etienne Boutelou II, hijo del jardinero de La Granja de igual nombre. Urbanizó el Parterre del lateral oriental del palacio, donde Antoine Dumandré realizó varias fuentes que le fueron pagadas en 1759. Una de ellas era la Fuente del río Tajo, que sufrió una remodelación decimonónica, transformándola con el grupo de Hércules y Anteo. Algún otro escultor de La Granja pasó también a trabajar en los jardines de Aranjuez, tal es el caso de Jacques Bousseau, que labró dos fuentes.
Pero el proyecto más importante fue, sin duda, la construcción de la Fuente del Rey, destinada a la plaza principal de la villa de Aranjuez para abastecer de agua a la población. Su proyecto data de 1750 y es debido a Santiago Bonavia, pero la realización corre a cargo de Juan Domingo Olivieri, escultor que dirigía el taller de escultura del Palacio Real Nuevo. El material utilizado será el mármol de Carrara. Se componía de una estatua del rey Fernando VI pisando un cuerno de la abundancia y a sus pies un león, que se alzaba sobre una base con tres leones. La fuente fue inaugurada en 1752, pero en 1760 Carlos III mandó reformarla según el diseño de Isidro González Velázquez, sustituyéndose la estatua del rey por una de Venus. Esta fuente fue trasladada a la plaza de la Villa de París, de Madrid, donde se conserva en la actualidad.