Época: El Imperio Bizantino
Inicio: Año 650
Fin: Año 1050

Antecedente:
Plenitud de la civilización bizantina



Comentario

La economía manufacturera y mercantil mantuvo en el Imperio una importancia muy superior a ha que tenía por entonces en el Occidente europeo, aun contando siempre con la fundamental base agraria del sistema, y dispuso de un sistema monetario basado en el oro extraordinariamente estable hasta mediados del siglo XI cuyas unidades eran el solidus, nomisma o besante de unos 4,.50 g. y ley de en torno al 90 por 100, el milliarensis de plata de 2,24 g., utilizado en la mayoría de las transacciones, -la ratio oro/plata era 1/12- y el follis de cobre de 3,80 g., que equivalía a 1/24 de milliarensis. El sistema era, en definitiva, el instaurado por Constantino y se basaba en la estabilidad de la masa monetaria en oro y plata, pero el aumento del comercio y de la demanda de moneda impulsó a emitir moneda de ley y peso menores desde el último tercio del siglo X y, sobre todo, a lo largo del XI, hasta que la pérdida de estabilidad se precipita entre 1070 y 1080 cuando las monedas sólo conservan entre un 40 y un 50 por 100 de metal fino, señal evidente, entre otras, de las dificultades que atravesaba el imperio pero también de la necesidad de emitir más numerario para atender a las demandas de unos mercados en expansión.