Época: I Guerra Mundial
Inicio: Año 1918
Fin: Año 1918

Siguientes:
Estados Unidos entra en la guerra
Compensaciones
El último duelo
El final de la guerra
La Paz de Versalles
Ajuste de cuentas



Comentario

Bajo el peso de la superioridad numérica de hombres y cañones, los ejércitos del Káiser cedieron y se quebraron y, tras ellos, la población civil, desde hacía tiempo agobiada por el bloqueo inglés, se derrumbó en turbulentas convulsiones. Ocurría que el mundo entero se estaba lanzando sobre ellos en corrientes irresistibles. Les asaltaban millones de hombres, veintenas de millares de cañones, miles de tanques, más la heroica resistencia de Francia y la inagotable fuerza de voluntad británica. Y detrás, las inconmensurables energías de Estados Unidos. "¡Era demasiado!" Así vio Winston Churchill -a la sazón, ministro de Municiones del Reino Unido- el ocaso alemán en la Gran Guerra.
En el otro lado de las trincheras, el káiser Guillermo II y el máximo responsable militar del imperio, el mariscal Paul Hindenburg, sostenían una dramática entrevista: "Estuve al lado de mi supremo señor de la guerra durante aquellas fatales horas. Me confió la misión de reintegrar el ejército a la patria. Cuando dejé al emperador en la tarde del 9 de noviembre, sería para no volver a verlo más. Se fue para ahorrar a Alemania nuevos sacrificios y para obtener las condiciones de paz más favorables".