Época: EuropaRevolucionaria
Inicio: Año 1830
Fin: Año 1870

Siguientes:
Grandes corrientes de pensamiento
Prosperidad material y capitalismo
Inicios del movimiento obrero
Francia entre 1830 y 1848
La Confederación Germánica
Austria
Rusia
Las Revoluciones de 1848

(C) Federico Lara Peinado y Joaquín Córdoba Zoilo



Comentario

Las cuatro décadas centrales del siglo pasado, entre 1830 y 1870, constituyen un periodo en el que la prosperidad material se acentúa y, aunque persisten notables desigualdades, se experimenta una generalizada mejora de las condiciones de vida de las que se benefician casi todos los sectores de la sociedad. En buena medida, estos cambios fueron debidos a las grandes transformaciones que se produjeron en el mundo de los transportes y a los progresos experimentados en el abastecimiento de los productos alimenticios. Michael Biddis ha escrito que las transformaciones económicas de aquellos años provocaron una serie de cambios que modificaron la vida ordinaria de los europeos en un grado sólo comparable a la revolución que supuso la aparición de las herramientas neolíticas.Desde mediados de siglo, especialmente, esta expansión económica resultó notable y claramente perceptible en países como el Reino Unido y Bélgica, que tenían un indudable liderazgo en los procesos de transformación económica que llevaron a la sociedad capitalista, pero también empezaron a notarse en Francia, en Prusia, y en otros pequeños Estados alemanes. La Exposición Internacional de Londres de 1851, en la que catorce mil empresas expusieron sus productos, fue la primera gran demostración del nacimiento de una sociedad próspera y consciente del progreso que se experimentaba. Biddis ha sugerido que el Crystal Palace, construido por Joseph Paxton para albergar la Exposición, podría representar una catedral secular en la que se ponía de manifiesto el esplendor de la nueva religión del progreso material. Las celebraciones de esta nueva liturgia continuarían con las exposiciones de París (1855), Londres (1862), de nuevo París (1867), Viena (1873) y, ya fuera de Europa, Filadelfia (Centennial Exhibition de 1876).La amenaza revolucionaria, persistente desde medio siglo antes, comenzó a alejarse en el horizonte, mientras que la percepción generalizada de mejoras, a partir de los avances en los campos científico y tecnológico, alcanzó a las circunstancias normales de la vida diaria, y los habitantes de los países más avanzados empezaron a adquirir el convencimiento de que era posible el cambio y la mejora permanentes.