Época: Arte Antiguo de España
Inicio: Año 50 A. C.
Fin: Año 25 D.C.

Antecedente:
Urbanística del área ibérica hasta época de César

(C) Carmen Fernández Ochoa



Comentario

La política de César en Hispania se caracterizó por la creación y promoción de ciudades, en particular, de la provincia Ulterior. Fundó nueve colonias, cuatro municipios de derecho romano, siete de derecho latino y cinco núcleos llevan el título de oppidum civium romanorum. Se documentan así mismo 26 ciudades denominadas con un cognomen indicativo de la concesión de derecho de ciudadanía, aunque se desconoce el tipo de estatus alcanzado. Son apelativos relacionados con la gens Iulia o cognomina propios de ciudadanos de colonias cesarianas.
De la mayoría de estos enclaves, para cuya relación concreta remitimos al estudio reciente de A. Marín Díaz, apenas se puede decir nada sobre su urbanismo fundacional, si bien casi todos ellos llegan posteriormente a definirse como ciudades romanas integrales entre Augusto y los Flavios. Tal sería el caso de las colonias de Cartago Nova, Hispalis (Sevilla), Tarraco, Itálica, Urso (Osuna), etc.

Estudios recientes de J. M. Campos sobre Híspalis permiten hoy día vislumbrar los rasgos urbanísticos de este asentamiento en época republicana. La ciudad se configuró al estilo romano en la segunda mitad del siglo II a. C. Presentaba planta rectangular circundada de muralla, con dos calles principales (cardo y decumanus maximus) de las que se originaban otras secundarias. El Foro se ubicaba en el cruce de las calles principales donde se han localizado los restos de un templo en la calle Mármoles (que fue reconstruido más adelante en tiempos de Adriano) y otras edificaciones datadas en el siglo II a. C. que perduraron hasta el siglo I a. C. y quizá alguna podría corresponder a una basílica. La ciudad republicana quedó enmascarada por la de época imperial, momento éste en que se levanta otro foro en la zona de la Alfalfa.

También se ha podido documentar el trazado de Baetulo (Badalona). Las investigaciones de Guitart indican que, en torno al año 100 a. C., se fundó una ciudad de planta rectangular y traza ortogonal, con manzanas cuadradas separadas por calles de unos 5 m de ancho y con el foro situado en la parte central del hábitat. No obstante y como sucede en la mayoría de los casos, los restos más relevantes coresponden ya a la fase imperial de Baetulo hasta época flavia.

De las colonias triunvirales, es decir, posteriores a los idus de marzo del año 44 a. C., cabe citar la Colonia Victris Iulia Lepida (Velilla del Ebro, Zaragoza) fundada por Lépido sobre un oppidum ilergete, y Norba Caesarina (Cáceres) fundada por Norbano Flaco. Las excavaciones de M. Beltrán en la Colonia Lépida, que adoptó después el topónimo indígena de Celsa, ponen de relieve la enorme importancia de este enclave tardorrepublicano que entrará en recesión al fundar Caesaraugusta y se abandonará en época claudia. De su urbanismo se han documentado una serie de calles con varias insulae pero nada sabemos de la estructura de las áreas públicas de la ciudad.

Antonio Marín Díaz considera plausible que otras ciudades romanas, como Calagurris (Calahorra) y Saguntum (Sagunto), adquirieran en este periodo triunviral el carácter de "municipium civium romanorum". Excavaciones recientes en Saguntum dirigidas por C. Aranegui, permiten comprender en la actualidad la reordenación urbana que sufrió la ibérica Arse, aliada de Roma. La fase antigua de la ciudad, ubicada en la Plaza de Armas del Castell saguntino, presentaba un foro presidido por un templo capitolino de triple cella, que será respetado en el momento de la reestructuración augustea.