Comentario
Es patente la carencia de decoración de las iglesias españolas paleocristianas, lo que explica la tendencia anicónica de época visigoda. Verdaderamente no hay testimonios de decoración de las basílicas más antiguas; las de Baleares, sin embargo, se decoran de mosaicos pavimentales en época avanzada. Se han citado ejemplos de lastras decoradas reutilizadas en la necrópolis de Tarragona cercanas a los siglos V-VI y que se suponen vienen de la iglesia de la necrópolis. En todo caso no tienen decoración cristiana de ningún tipo y más bien entroncan con el arte contemporáneo. Se trata de una lastra marmórea con decoración de casetones flanqueados por recuadros de círculos y peltas según modelos tardorromanos. Hay también de esta necrópolis unas lastras con pilastras adosadas de fuste acanalado y capitel corintio evolucionado. Son interesantes por cuanto muestran una tendencia evolutiva que el mundo visigodo desarrollará: la tendencia a dejar el kalathos vacío por esquematización de los acantos y las volutas laterales en forma de lira, de manera que se puede introducir decoración suplementaria en el resto. Todos estos ejemplos pueden ser reaprovechados de edificios paganos. Lo mismo ocurre con la basílica de Vega de Mar (Málaga) de la que proceden unas lastras rectangulares reutilizadas igualmente, con motivos de casetones y decoración clásica: losanges horizontales con peltas en los ángulos laterales.
La decoración arquitectónica comenzará a generalizarse en la fase que se ha venido llamando de transición a lo visigodo, en iglesias como la de Segóbriga y nos ponen en la pista de otro momento que convencionalmente ya no se puede considerar como Paleocristiano, aunque queda patente que es su continuación lógica y no traumática.
La única decoración escultórica de esta época la constituyen los ladrillos decorados aparecidos en varios lugares de la Bética, Lusitania, Baleares, etcétera. Tienen su origen en África, donde se conocen centros productores. Su cronología alcanza en la mayoría de los casos a la época ya visigoda (aunque no se podrían distinguir de cronología paleocristiana, prueba de lo artificial de la división entre Paleocristiano y Visigodo). Representan sobre todo motivos geométricos, círculos concéntricos entrecruzados, motivos estrellados, peltas, etcétera; a veces aparecen crismones, solos o con motivos geométricos, otras veces arquitectura como fondo o enmarque; y a veces figuración vegetal (zarcillos, fitomorfos) o animal (pájaros y delfines). Se usaron como decoración de las iglesias paleocristianas y visigodas y en ocasiones como plafones o planchas de techumbre.