Época: Hispania visigoda
Inicio: Año 409
Fin: Año 711

Antecedente:
La Hispania visigoda
Siguientes:
Comerciantes y artesanos
El trabajo de la construcción
Los escultores
Toreutas y orfebres
Maestros
Médicos
Enfermedades y calidad de vida
El ambiente cultural



Comentario

La vertebración básica en la estructura social sigue siendo, como en el mundo romano, la división entre hombres libres y siervos. El elemento más alto de la sociedad, constituido por los hombres libres pertenecientes a la nobleza palatina, al palatinu officium, y, tras ellos el resto de la aristocracia laica y el poder eclesiástico, que constituían una oligarquía, ha quedado expuesto al tratar el tema de los instrumentos para el ejercicio del poder.
Bajo estas primeras categorías se puede distinguir:

- Población libre no privilegiada. Los privasi, a veces denominados ingenui, y específicamente dentro de esta categoría los possesores o pequeños propietarios, que debían asumir, al igual que los denominados siervos fiscales, una gran carga tributaria personal de tipo territorial. Este hecho condujo a que, a lo largo del siglo VII, muchos de estos pequeños propietarios libres se sometieran al patrocinio de un gran propietario. Así conseguían la protección y seguridad necesarias a cambio de la propiedad de las tierras.

La mayoría de individuos libres vivía en los núcleos urbanos, puesto que la propia estructura social de las ciudades, con cierto gobierno autónomo, favoreció y protegió la libertad de sus habitantes. A pesar de que su vida transcurría en los ámbitos urbanos, podían dedicarse o bien a las labores agrícolas practicadas en los territorios circundantes, o bien a las profesiones normales que se generaban en dichos núcleos urbanos. No debe sorprender la existencia de artesanos, orfebres, arquitectos, escultores, ingenieros, picapedreros, médicos, maestros, etc... Pueden incluirse en este grupo los miembros del ejército de rangos inferiores, llamados a veces viliores personae.

- Clientes, encomendados y libertos. Coloni. Este grupo desposeído de tierras dio un gran poder a los grandes propietarios puesto que fueron incrementando las relaciones clientelares, lo que redundó en un fortalecimiento mayor de la nobleza. Los libertos eran siervos manumitidos, con una condición jurídica inferior a la de los ingenui o libres. Pero su dependencia del señor era enorme. En los núcleos de hábitat rural, las jerarquizaciones sociales se hacen mucho más patentes, puesto que se diferencia entre aristócratas y esclavos, o entre señores y servidores, o bien entre ricos y pobres. Coloni: Campesinos que trabajan las propiedades reales o privadas. Estaban adscritos a la tierra y pagaban un diezmo de los productos cultivados, junto con otras cargas. No podían enajenar ningún bien sin saberlo su señor. Eran, como los libertos, dependientes.

- Gran masa de población servil. Muy numerosa. Organizada en varias categorías, dentro de dos básicas, la de los idonei, de mayor rango, y la de los viliores, inferiores. Entre los primeros destacan los siervos reales, al servicio de la corte, que tenían sus propios esclavos. Los siervos fiscales, también al servicio de la corte, poseían un cierto número de propiedades, pagaban sus tributos y eran prácticamente libres. Los siervos de la Iglesia (servi ecclessiae) eran siervos rurales que trabajaban las propiedades de la Iglesia. Según se deduce del canon 5 del XVI Concilio de Toledo (693) cada iglesia debía tener al menos diez siervos para que la productividad del patrimonio eclesiástico fuese rentable. Algunos de los siervos y esclavos de la Iglesia llegaron a alcanzar su libertad entrando a formar parte del clero, como es el caso de Decencio, siervo de Fructuoso de Braga, al que éste convirtió en abad del monasterio de Turonio.

Una categoría dentro de los idonei la constituían los siervos domésticos al servicio de los dueños y propietarios, mayoritariamente en ámbitos rurales y adscritos a la tierra; en una pizarra procedente del Barrado se habla de mancipios. Cuando eran siervos por su origo, es decir, nacían de una familia de siervos de un dominus o señor, se llamaban vernuli. Los viliores eran, en general, esclavos rústicos, formaban una gran masa y trabajaban las tierras, a pesar de que su estatuto jurídico era inferior al de los idóneos conseguían su libertad mucho más fácilmente. En muchos casos los siervos rústicos pasaron a formar parte del ejército (cf. tropas de Ervigio).

Sobre las diferentes categorías de población rural, de campesinos dependientes y siervos, las pizarras constituyen documentos de excepcional interés pues algunas reflejan diferentes categorías, los pagos que hacen por las tierras y diversas cargas, incluso qué tipo de tierras o cultivos tienen, a la vez que sirven de ejemplo de contrastes sociales y de la vida rural.