Comentario
El 13 de mayo de 1524, un grupo de franciscanos, los llamados doce, encabezados por fray Martín de Valencia, arribó al puerto de San Juan de Ulúa, y cinco semanas después alcanzó la ciudad de México. A partir de entonces, Motolinia ejerció de misionero en diferentes partes de la Nueva España. Aprendió lenguas indígenas para predicar directamente a las audiencias nativas, y así dos años después dichos franciscanos ya pudieron difundir directamente el Evangelio cristiano y conversar con los indios en sus mismos idiomas.
Durante estos primeros tiempos Motolinia y sus compañeros pasaron por graves dificultades, incluso con exposición de sus vidas. Motolinia recorrió los valles centrales de México, y el sur de la Nueva España.
Escribió esta Historia cuando comenzaba la segunda mitad del siglo XVI, y se consolidaba la construcción de una nueva sociedad, la Nueva España.
Junto con los Memoriales o Libro de las cosas de la Nueva España y de los naturales de ella, esta Historia constituye un documento histórico del mayor valor para saber cómo eran los indígenas en su época prehispánica y su reacción ante la penetración española y las predicaciones franciscanas. Puede considerarse más que un texto histórico. Es también un compendio de cómo se transformaron las sociedades indígenas, y tiene por protagonistas a un conjunto turbulento de personajes de toda índole: misioneros, sacerdotes indígenas, conquistadores, pobladores y pueblo indígena en general. Como documento histórico es una de las fuentes más importantes para el conocimiento de esta época del siglo XVI.