Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Las mujeres en los reinos indianos
Siguientes:
Españolas y criollas
Las indias
Esclavas y libertas
Mestizas y mulatas

(C) Inmaculada Alva Rodríguez



Comentario

La mujer en América jugó un importante papel catalizador en la transmisión de los valores culturales y propició la configuración de una cultura que integraba elementos españoles y americanos. Fueron ellas las que permitieron una mayor permeabilidad entre las repúblicas de españoles e indios. El cruce de los tres grupos raciales más importantes -el español, el indígena y el africano- gestó en América un sinnúmero de variedades raciales, cuyo resultado inicial dio origen a los mestizos, los mulatos y los zambos o chinos, productos del cruce de sangre española e india, española y negra, y negra e india. También es cierto que las variantes regionales fueron patentes. En lugares donde la población indígena era escasa, como en el norte de México, los hispanos practicaron la endogamia y los patrones ibéricos perduraron más. En cualquier caso, era una forma de permanencia que se adaptaba también a la sociedad nueva en la que las normas eran menos rígidas y la movilidad social había debilitado los rasgos de la sociedad estamental de la que provenían. En otros lugares, en los que la población autóctona era mayor, el mestizaje influyó en la organización familiar al propiciar el cruce de modelos y alumbrar nuevas formas.


Pintura de mestizaje. De Chino-Cambujo y de India, Loba.

Pintura de mestizaje. De Chino-Cambujo y de India, Loba.




La diversidad racial tuvo también un reflejo en la organización social. Las mujeres españolas, peninsulares o criollas, pertenecían a la clase adinerada y a través de una adecuada política matrimonial propiciaron la consolidación de los linajes, fortunas y patrimonios. El resto -indias, mestizas, negras- ocupaban distintos rangos dentro de la escala social, pero siempre en un grado inferior dentro de un amplio abanico que recorría los talleres artesanales, el trabajo en los obrajes o el servicio doméstico de las familias principales. La lejanía de Europa y la mezcla racial propició, sin embargo, una mayor libertad, menos rigidez en la aplicación de las normas y una mayor permeabilidad social. La mujer en América gozó de más libertad que sus contemporáneas europeas.